La semana pasada, el Temple Mount Sifting Project anunció un hallazgo inesperado. Esta iniciativa, apoyada por la Universidad de Bar-Ilan, ahora posee una pieza de oro con una antigüedad estimada de 3 mil años. Y todo gracias a un niño de nueve años de edad llamado Binyamin Milt, que localizó el valioso objeto entre un montón de tierra.
Sorprendido por el hallazgo, lo entregó a los especialistas que también se asombraron por la cantidad de detalles en la pieza de oro. Se trata de un pequeño cilindro con formato de flor, integrado por cuatro capas de esferas de oro perfectamente preservadas. El Dr. Gabriel Barkay, uno de los primeros expertos en analizar el objeto, concluyó que la pieza se construyó en la misma época que el Primer Templo de Katef Hinom.
Arqueología milenaria.
Se desconoce el propósito de esta pieza de oro, pero los investigadores creen que era parte del atuendo de una persona importante que visitó el templo hace miles de años. Sin embargo, no pasa de una mera suposición y las investigaciones para tratar de develar su utilidad ya están en curso.
Cualquier hallazgo arqueológico milenario siempre es impresionante, pues se consigue un objeto de valor incalculable. Además, aprendemos un poco más sobre la forma en que una sociedad estudiada se consolidó a través del tiempo. Hoy más que nunca, los antiguos egipcios figurante entre las culturas más llamativas.
Con una historia impregnada por mitos y leyendas, además de la fiel admiración a figuras importantes como Tutankamón y Cleopatra, Egipto resulta misterioso por ser cuna de una civilización que asentó las bases de la historia humana. Pero, sobre todo por los múltiples hallazgos arqueológicos del último siglo.
¿Egipto? ¿No se había hallado en Jerusalén?
Esta muy bien hecha