Esta semana la NASA lanzó un inodoro al espacio, un proyecto que requirió una inversión de US$ 23 millones. El destino de este artefacto es la Estación Espacial Internacional (ISS), donde los astronautas realizarán toda clase de pruebas que permitirán enviarlo a futuras misiones en la Luna o Marte.
Parecería una locura invertir tal cantidad de dinero en algo así, pero no olvidemos que se trata de un inodoro espacial. De hecho, el millonario artilugio es 65% más compacto y 40% más liviano que los inodoros utilizados actualmente en la ISS.
El nombre oficial de este inodoro espacial impresiona tanto como su: Sistema Universal de Gestión de Residuos (UWMS, por sus siglas en inglés). Y, según información revelada por la agencia espacial estadounidense, tiene capacidad para admitir una mayor cantidad de usuarios. El inodoro se lanzó el día de ayer en la cápsula de carga Northrop Grumman Cygnus, en una misión rutinaria de reabastecimiento para la ISS.
Inodoro espacial en la ISS.
La finalidad de enviar este inodoro espacial de US$ 23 millones a la ISS es que los astronautas comprueben su funcionamiento en condiciones de microgravedad. Supuestamente, será instalado cerca del ya existente en el Nodo 3. Al menos es lo que señaló Melissa McKinley, directora del NASA Advanced Exploration Systems Logistics Reduction, en una conferencia de prensa.
Los encargados de recibir el inodoro espacial son los astronautas de la expedición 63, Ivan Vagner y Chris Cassidy. Durante la conferencia, señalaron que el brazo robótico Canadarm2 será el encargado de capturar a la cápsula Cygnus. McKinley especificó que la nueva tecnología pretende optimizar el volumen de masa y el uso de energía, componentes muy importantes en el diseño de una nave espacial.
El costoso inodoro cuenta con un túnel independiente para la orina. Además, el avanzado diseño lo hace mucho más cómodo para los tripulantes. También incluye un separador de titanio de doble ventilador impreso en 3D. Este separador, desarrollado por Collins Aerospace, genera un potente flujo de aire que arrastra los desechos al interior del inodoro. Es una mejora significativa al sistema actual que recolecta y trata la orina por separado antes de reciclarla.
El inodoro espacial UWMS mide 70 cm de alto y, a diferencia de los inodoros existentes, cuenta con un sistema de arranque automatizado. Durante los próximos tres años, el personal de la ISS pondrá a prueba las características del dispositivo.
«Y, según información revelada por la agencia espacial estadounidense, tiene capacidad para admitir una mayor cantidad de usuarios.»
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