La mujer de celos extremos revisa correos electrónicos, el teléfono celular, redes sociales e incluso utiliza equipos detectores de mentira para saber si el novio la está engañando.

Es perfectamente normal que las personas sientan celos de su enamorados, novios, conyugues o quimeras – en una dosis justa ayudan a mantener una relación saludable. El problema viene cuando las cosas se salen por completo de control y, en este sentido, la historia de la británica Debbi Wood, de 42 años de edad, puede ser utilizada como un ejemplo perfecto.

Diagnosticada con el «síndrome de celos delirantes» (celopatía, delirio celotípico o síndrome de Otelo), ya se puede suponer que Debbi exagera con la dosis de celos cuando se trata de su novio Steve Wood, de 30 años. Esta mujer es tan posesiva que llega a prohibirle a su novio que vea televisión, su objetivo es que no vea a otras mujeres.

¡Y no sólo eso, no! Debbi hurga entre las posesiones personales de su amado en busca de evidencia de uns traición, esto incluye comprobación diaria de correos electrónicos, redes sociales y el teléfono celular. Por no mencionar, por supuesto, el hecho de que instala programas en el teléfono y en la computadora de su amado para evitar que tenga acceso a sitios para adultos o a cualquier material que contenga imágenes de otras mujeres.

Celos Extremos.

Ella cree que cuando se está en una relación, no se deben tener ojos para nadie más, y esta radical forma de pensar impregna su manía absurda de controlar la vida de su novio hasta el punto en que llega a utilizar dispositivos detectores de mentiras.

Debbi sufrió bastante con el final de una larga relación con un hombre con quien vivió en los EE.UU., y dice tener miedo de que le suceda lo mismo otra vez. Steve, a pesar de toda la presión y la desconfianza constante, dice ser feliz al lado de su novia.

En cuanto al detector de mentiras, él explicó que está inseguro a la hora de responder a las preguntas de Debbi y cuando el resultado no es concluyente, simplemente reza para que la novia confíe en su palabra.

Daily Mail