Mujer de 71 se casa con joven de 17 que conoció en el velorio de su hijo

No hay nada más encantador para el alma que una historia de amor verdadera, especialmente cuando se sale de lo común, como la que verás a continuación. Te presentamos a los tórtolos: Almeda Errell y Gary Hardwick.

Y aunque no es la mejor manera de conocer a alguien ni mucho menos la más romántica, se conocieron en un velorio. ¿Te parece extraño? Pues la cosa se pone peor: el muerto que protagonizaba el velorio era el hijo de Almeda, Robert.

Sucedió que, durante la despedida de su hijo, Almeda terminó conociendo a Gary, uno de los amigos de Robert. Al poco tiempo, los dos se matrimoniaron y se dicen completamente enamorados. Además de la ocasión que marcó el encuentro de la pareja, otro detalle llama poderosamente la atención: la diferencia de edades – él tiene 17 años y ella 71.

Pasó lo que tenía que pasar.

“De ninguna forma buscaba a un hombre joven, pero Gary simplemente apareció. Tuve la seguridad de que era el hombre correcto”, dijo la anciana en una declaración a Metro.

Después de la muerte de su hijo mayor, Almeda, que ya había enviudado, quedó completamente devastada y se sintió sola. Dice que vivía llorando en el trabajo, que sus compañeros la cuestionaban sobre sus problemas y que, en el fondo, lo único que quería era alguien que le hiciera compañía.

Por otro lado, Gary siempre ha sentido atracción por las mujeres mayores y también se mostró muy feliz de conocer a Almeda. En aquella ocasión, su infelicidad se debió al fin de una relación con una mujer de 77 años.

Un encuentro afortunado.

Cuando se conocieron en el funeral de Robert, fue un verdadero encuentro de dos personas tristes y dispuestas a enamorarse de nuevo, y desde entonces ninguno dejo de pensar en el otro.

“Ella tenía los ojos azules más deslumbrantes y brillantes. Cuando le dije a Lisa (la viuda de Robert) que me había enamorado de Almeda, me dijo que yo también le había gustado a ella y que nos ayudaría a estar juntos”.

De hecho, la operación Cupido que desplegó Lisa funcionó bastante bien y al poco tiempo ambos se reencontraban en el cumpleaños de la hija de Lisa. “Él era exactamente como lo recordaba. Aquella sonrisa, la buena apariencia. Ambos estábamos demasiado nerviosos para comer, y en determinado momento se cayó de la silla”, cuenta ella sobre el día del reencuentro.

La boda.

A partir de aquella fiesta, los dos empezaron a frecuentarse todas las noches y, quince días después, Gary le pidió matrimonio a su amada. La propuesta fue aceptada y seis días más tarde la pareja se juró amor eterno en el jardín de la casa de Lisa, el sitio donde tuvo lugar su primer beso.

Sobre la noche de bodas, con una sonrisa en el rostro Gary contó al tabloide británico que “fue maravilloso, mucho más allá de mis sueños más salvajes. Realmente es la mujer de mis sueños y el aspecto físico de nuestra relación no podría ser mejor”. Con esto dicho, no queda más que desearles un feliz matrimonio.