Los habitantes de Montana, Estados Unidos, siguen perplejos por el hallazgo de miles de pájaros con las alas y el cráneo hecho pedazos. Según autoridades medioambientales estadunidenses, las aves murieron a causa de una intensa granizada. El organismo responsable de proteger la vida salvaje en la región estimó que alrededor de 11 mil gansos, gaviotas, patos, pelicanos y cormoranes murieron durante una torrencial lluvia que afectó a la región el pasado domingo 11 de agosto.
Durante toda la semana pasada, los biólogos confirmaron la afectación de la fauna al recolectar una gran cantidad de cadáveres. Según los reportes, la mayoría de las aves presentaba fracturas en las alas y el cráneo, lesiones internas y diversos tipos de abrasiones por todo el cuerpo. Una gran cantidad de pelicanos sufrió lesiones tan graves, que imposibilitaron su movimiento.
La gran mortandad.
Según los especialistas, las aves se vieron atraídas a esta zona de preservación ambiental conocida como Big Lake Wildlife Management a causa de la temporada de lluvias. Y aunque no es un hecho inédito que una granizada termine matando a gran cantidad de pájaros, los encargados de recoger los cadáveres de las aves afirman que no existen registros de un evento tan masivo. La semana pasada, fuertes tormentas azotaron esta zona de Montana con rachas de viento que superaban los 110 km/h.
Debido al gran número de cuerpos en descomposición, las autoridades temen que esto pueda propiciar la diseminación de enfermedades afectando a las poblaciones de aves sobrevivientes. Este fue el sitio donde ocurrió la épica granizada asesina:
Por fortuna, la vida en Big Lake continuará pese a la gran mortandad de aves. El cuerpo de agua aun está repleto de aves vivas y saludables. En el transcurso de los próximos meses, las autoridades responsables deberán monitorear la salud de estos animales para constatar que no se produzcan afectaciones secundarias.