Los tardígrados, esos diminutos animales de 8 patas considerados la especie más indestructible del planeta, posiblemente también sobrevivan hasta que deje de existir Sol, esto de acuerdo con una nueva investigación de la Universidad de Oxford.
El estudio publicado en Scientific Reports, concluyó que estos pequeños seres deberían sobrevivir al riesgo de extinción debido a cualquier tipo de catástrofe astrofísica y que estarán por aquí, al menos, 10 mil millones de años – mucho más allá de las posibilidades que tiene la raza humana.
Aunque se ha puesto una atención especial en el impacto cataclísmico que un evento astrofísico podría provocar sobre la vida humana, se han realizado muy pocas investigaciones sobre lo que se necesita para eliminar al tardígrado y acabar con la vida en este planeta.
Esta nueva investigación sugiere que la vida en la Tierra seguirá esparciéndose mientras el Sol siga brillando. También sugiere que una vez que la vida aparece, resulta sorprendentemente resiliente y difícil de destruir, lo que para la ciencia sugiere la posibilidad de vida en otros planetas.
Tardígrados, los últimos supervivientes terrestres.
En la Tierra se le considera la forma más resistente y resiliente de vida, capaces de sobrevivir hasta por tres décadas sin alimento o agua, y soportar temperaturas extremas de hasta 150 grados Celsius, ya sea en las profundidades del océano o en el vacío del espacio. Este pequeño animal que habita las aguas puede vivir durante 60 años y crecer a un tamaño promedio de 0.5 milímetros, por lo que es mejor apreciado bajo un microscopio.
Investigadores de las universidades de Oxford y Harvard descubrieron que esta forma de vida probablemente sobreviviría a toda clase de calamidad astrofísica, como el impacto de un asteroide, siempre que estos nunca sean lo suficientemente fuertes como para hervir los océanos del mundo.
Como parte de su investigación se consideraron tres eventos potenciales: el gran impacto de un asteroide, explosión de una supernova y rayos gamma.
Los asteroides.
Tenemos una docena de asteroides conocidos con masa suficiente como para hervir las aguas del planeta (2×10 ^ 18 kg), entre los que se incluyen el Vesta (2×10 ^ 20 kg) y Plutón (10 ^ 22 kg); sin embargo, ninguno de estos objetos se cruzará en la órbita de la Tierra ni representará una amenaza para los tardígrados.
Supernova.
Para hacer hervir los océanos, una estrella en explosión tendría que estar a 0.14 años luz de distancia de la Tierra. La estrella más próxima al Sol se encuentra a 4 años luz de distancia y la probabilidad de que una estrella masiva explote en dirección a la Tierra para terminar con todas las formas de vida en ella, durante la existencia del Sol, es casi irrelevante.
Pulsos de rayos gamma.
Un pulso de rayos gamma es más brillante y raro que las supernovas. Así como estas, los primeros se encuentran muy lejos de la Tierra como para que se consideren una amenaza viable. Para poder hervir los océanos del mundo, la explosión no debe estar a más de 40 años luz de distancia, y la probabilidad de una explosión tan cercana es, una vez más, mínima.
La posibilidad de que exista vida en otros planetas.
El Dr. Rafael Alves Batista, coautor e investigador de posdoctorado asociado al departamento de física de la Universidad de Oxford, dice: “sin una tecnología que nos proteja, los seres humanos somos una especie muy sensible. Cambios sensibles en nuestro ambiente nos impactan de forma dramática. Existen muchas especies más resilientes en la Tierra. La vida en este planeta puede continuar mucho después que los humanos desaparezcan”.
“Es posible que existan otros ejemplos de especies resilientes en otros lugares del universo. En este contexto, existe un motivo real para buscar vida en Marte y en otras áreas del Sistema Solar en general. Si los tardígrados son la especie más resiliente de la Tierra, nadie sabe lo que existe allá afuera”, dice Alves.
El Dr. David Sloan, coautor y asociado en el programa de postdoctorado en el departamento de física de la Universidad de Oxford, agrega: “muchos de los escenarios previos se enfocaron en escenarios apocalípticos en la Tierra – eventos astrofísicos como las supernovas que podrían acabar con la raza humana. En nuestro estudio consideramos a las especies más resistentes – el tardígrado. A medida que ingresamos a una fase de la astronomía donde podemos ver exoplanetas y en breve esperamos realizar espectroscopia, buscando señales de vida, debemos intentar observar cuán frágil es esa vida más resistente. Para nuestra sorpresa, encontramos que aunque las supernovas cercanas o los grandes impactos de asteroides pueden ser catastróficos para los humanos, los tardígrados podrían no ser afectados. Por eso, aparentemente una vez que la vida comienza, difícilmente puede ser erradicada por completo. Muchas especies, e incluso géneros enteros, pueden extinguirse, pero la vida como un todo sigue adelante”.
Al destacar la resiliencia de la vida en general, la investigación amplía el alcance de la vida más allá de la Tierra, dentro y fuera de nuestro Sistema Solar. El profesor Abraham Loeb, coautor y presidente del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard, dice: “resulta complicado eliminar todas las formas de vida en un planeta habitable. La historia de Marte indica que, en determinado momento, tuvo una atmósfera que podría haber sustentado la vida, aunque en condiciones extremas. Organismos con tolerancia semejante a la radiación y a la temperatura, como los tardígrados, pueden sobrevivir a largo plazo sobre la superficie en estas condiciones. Los océanos subterráneos, que se cree existen en Europa y Encélado (una de las lunas de Saturno), tendrían condiciones parecidas a los océanos profundos de la Tierra, donde pueden encontrarse los tardígrados, con aperturas volcánicas que proporcionan calor en un ambiente sin luz», afirmó.
Con esas gafas parece psy
Tardígrados rules