Los hábitos de Carlos III, el nuevo rey del Reino Unido, son tan extraños como el puesto que ocupa en pleno siglo XXI. Se sabe que padece algunas manías, como llevar su propia cama e inodoro cuando sale de viaje o usar una marca especifica de papel higiénico. Pero, en el día a día del rey también se encuentran hábitos considerados excéntricos.
Por ejemplo, es habitual que Carlos III omita el almuerzo y se mantenga despierto a altas horas de la madrugada supuestamente absorto en las tareas oficiales. En una publicación del tabloide Daily Star, se cita a una fuente de la familia real que describe el horario diario del rey Carlos como una agenda de trabajo “impecable”.
5 hábitos de la realeza sumamente extraños.
Otra fuente de los excéntricos hábitos de Carlos III es el libro The Palace Papers, escrito por Tina Brown. En esta obra aparece el testimonio de Charles Michael Fawcett, un exasesor conocido por encargarse de colocar pasta dental en el cepillo del otrora príncipe. Además, la autora relata que los viajes a las casas de campo de los amigos del rey eran todo un tema.
Básicamente porque Carlos viajaba con sus propios muebles, fotografías y decoraciones. Por lo que el anfitrión debía estar consciente de que todas sus pertenencias serían reemplazadas en la habitación donde descansaría el expríncipe.
Los extraños hábitos de Carlos III.
Saltarse el almuerzo.
Gordon Rayner, un ex-corresponsal real, señaló el pasado mes de julio que el rey británico considera al almuerzo un “lujo”. Razón suficiente para que acostumbrara a saltar esta comida. También agregó que en el desayuno de Carlos III deben estar presente frutos y semillas.
“Ve el almuerzo como un lujo que interfiere con su trabajo, por lo que desayuna bastante tarde para ponerse a trabajar. Aprendí esto de la peor forma, pasando hambre cuando empecé a cubrir las giras reales, y mirando con envidia mientras su dedicado equipo preparaba pequeños refrigerios para que pudiera alimentarse mientras se movía”, señaló Rayner.
Julian Payne, su ex secretario de prensa, dijo que el monarca realmente nunca almuerza. Y que, para aguantar, tanto él como otros empleados se servían un “gran desayuno”. “El rey no almuerza, por lo que una de las primeras lecciones que aprendí cuando salía de viaje con él era que debía desayunar en abundancia. O llevar algunos bocadillos para mantenerme activo”.
Pasear durante un “breve descanso” (a la hora del almuerzo).
Aunque los hábitos de Carlos III a menudo se describen como “implacables” y el rey no tenga el hábito de almorzar, Payne afirma que dedica un tiempo a un breve descanso. Alrededor de la 1:00 p.m., el rey deja lo que esté haciendo y “sale a pasear”, pues no le gusta quedarse mucho tiempo dentro de casa.
Y aparentemente sufre algún grado de claustrofobia, pues siempre mantiene las ventanas abiertas. Sin embargo, el primer descanso real tiene lugar a las 5:00 p.m., cuando el rey Carlos III se une a la reina consorte Camilla Parker Bowles con quien comparte sándwiches y pastel de frutas.
Baños de agua tibia.
Paul Burrell, un ex mayordomo real, alguna vez habló sobre los requisitos que exigía Carlos cuando llegaba la hora de tomar el baño. Además de que la bañera debía estar “apenas a la mitad”, el agua tenía que sentirse tibia al tacto.
Trabajar hasta muy noche.
Tras el primer descanso real, el rey vuelve a su mesa hasta las 8:30 p.m., cuando hace otra pausa larga para merendar. Alrededor de las 10:00 p.m. regresa a sus actividades y suele quedarse trabajando hasta “después de la medianoche”. La extenuante agenda también aplica a los compromisos públicos, por ejemplo, cuando Carlos debe resolver asuntos con sus súbditos. Así, algunos eventos pueden extenderse mucho más allá del horario planeado.
Si eres pobre, eres ridículo. Si eres de varo, eres excéntrico.
Espero lo aguanten un buen rato, ahí se los encargo