Lluvia de gusanos en Noruega

A través de la historia se han registrado caídas de las cosas más variadas, que se precipitan desde el cielo en forma de lluvia. En el pasado, algunas narraciones que daban cuenta sobre lluvias de sangre, peces y ranas eran muy comunes. Tan comunes que algunos han llegado a sugerir que las Diez plagas de Egipto pudieron haberse inspirado en uno de estos episodios.

En la Edad Media, se hablaba de “lluvias malditas”, en las que nubes intempestivas vomitaban sobre las ciudades toneladas de ceniza, cadáveres de animales y frutas podridas. Las lluvias misteriosas siempre han sido vistas como fenómenos intrigantes, precursores de mal agüero y acontecimientos trágicos. Ya han sido estudiadas por parapsicólogos y científicos, siendo el tema principal del «Book of Damned» de Charles Fort – uno de los estudiosos más importantes de los fenómenos inexplicables.

En los últimos tiempos, noticias respecto a las extrañas lluvias se multiplicaron alrededor del mundo. Al menos una decena de veces por año, las portadas de periódicos y sitios de noticias hacen difusión sobre algo de este tipo. La noticia más reciente proviene de Noruega, donde una inesperada “lluvia de gusanos” se precipitó sobre los habitantes que viven en las inmediaciones de las montañas Bergen, al sur del país.

Científicos y meteorólogos aún intentan comprender lo que sucedió. Mientras tanto, la población de las pequeñas ciudades a las faldas de la montaña, todavía encuentran evidencia del fenómeno en sus patios, autos y techos que fueron atacados por gusanos que simplemente cayeron del cielo en tres episodios diferentes.

Los gusanos fueron vistos por primera vez el 12 de abril. Karstein Erstad, un granjero que vive en una zona remota en Bergen encontró un verdadero tapete de gusanos cubriendo el suelo próximo a su hogar.

“No podría explicar cómo sucedió aquello. Las cosas estaban esparcidas en un área de 50 metros en el suelo cubierto de nieve. Muchos estaban muertos pero, cuando miré más de cerca, me di cuenta que una buena parte todavía se retorcía”.

Los gusanos encontrados por Erstad eran grandes, algunos con hasta treinta centímetros de longitud. El hombre recogió varios ejemplares y los conservó en frascos de vidrio con alcohol. En seguida, se dirigió al pueblo más próximo a avisar a todo mundo de su descubrimiento.

“Las personas quedaron impresionadas, muchos no creían la historia y tuvieron que ir a ver con sus propios ojos”.

Bergen estaba convencido de que los gusanos habían caído del cielo, pues la nieve estaba cerca de medio metro más alta que la noche anterior. La precipitación durante la madrugada había sido grande y no había forma de que los animales salieran del suelo congelado hasta la superficie.

Tras relatar su descubrimiento en la radio local, varias personas comenzaron a llamar por teléfono relatando descubrimientos similares. Desde Lindas hasta Suldal, desde Femunden hasta la frontera con Suecia, los informes comenzaron a multiplicarse de forma alarmante. Las lluvias de gusanos parecían haber alcanzado a la mayoría de los pueblos en las montañas de Bergen.

En Suldal la lluvia duró poco, pero lo suficiente como para que las personas detuviera sus autos para ver los caminos llenos de gusanos. Una familia que reside en una propiedad rural en las inmediaciones de Lindas relató que los gusanos caían del cielo con tanta frecuencia que varias tejas terminaron rompiéndose debido al peso.

En Tondgaesen, un poblado con mil doscientos habitantes, la situación fue aún más calamitosa. Los gusanos cayeron como una verdadera tempestad. En unos cuantos minutos de lluvia los gusanos abarrotaban los tejados y las calles de la ciudad en tal cantidad que los vecinos tuvieron que organizar un escuadrón de limpieza colectiva.

Trond Haraldsen, un científico especializado en el suelo al servicio del Instituto Noruego de Investigaciones de la Agricultura y Medio Ambiente, examinó los animales que supuestamente cayeron del cielo en los días 12, 13 y 16 de abril. Según él, los gusanos son de una especie común en Noruega que acostumbra a hibernar en las hojas durante los meses de invierno. Estos animales secretan un tipo de moco que los mantiene calientes durante el auge de la estación más fría. Es posible que estos animales hayan sido llevados por una tempestad o ciclón que los lanzó al cielo. Haraldsen afirma que aunque las lluvias de esta naturaleza sean un fenómeno extraño, ocurren cada cierto tiempo.

Mientras el científico tiene confianza de haber encontrado una explicación completamente razonable para lo ocurrido, los habitantes de la región afectada aún están incrédulos. Muchos de los residentes más viejos afirmaron nunca haber visto algo semejante. Otros afirmaron categóricamente que los gusanos caídos del cielo no son nativos de Noruega y ni siquiera de Europa, sino animales de una variedad desconocida.

“No tenemos la certeza de que tipo de gusano es”, dice Romuald Frengein, alcalde del poblado de Friemens en el sudeste de Bergen. “Tenemos que ser precavidos para que esto no vuelva a ocurrir. Además, no estamos seguros si la exposición a estos animales resulte de alguna forma nociva para el suelo, los animales o las personas”.

Mientras no existe un comunicado oficial, los habitantes de Noruega aun miran con desconfianza al cielo, imaginando si algo además de lluvia y hielo se precipitará desde el cielo.