La ciudad irlandesa que prohibió el celular a sus niños

Greystones, una pequeña ciudad en Irlanda, acaparó la atención mundial debido a su innovador enfoque frente al uso de teléfonos celulares entre sus niños. Ubicada cerca de la capital, Dublín, Greystones instauró un código voluntario de no uso de smartphones para niños. Este audaz movimiento surge en el contexto de acalorados debates sobre la eventual prohibición de teléfonos en escuelas alrededor del mundo.

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Greystones, muy reconocida por su atractivo turístico, ha sido galardonada dos veces como una de las comunidades “más habitables” del mundo. El último reconocimiento lo obtuvo apenas en 2021. Ahora, con esta última regulación, demuestra que la ciudad busca un equilibrio entre el avance tecnológico y la preservación de la infancia.

Los dirigentes de las ocho escuelas primarias de esta localidad instaron a los padres a apoyar la prohibición voluntaria de los teléfonos celulares. Esto con el fin de propiciar la interacción personal y cara a cara entre los niños. Desde el pasado mes de mayo, cuando entró en vigor la norma, buscan conservar el valor de la comunicación en persona y la infancia de los niños. Visto que ambas están cada vez más ausentes.

Además, enfatizan la necesidad de que los niños disfruten de su edad y felicidad, jugando al aire libre en lugar de sumergirse en el ambiente digital.

Impacto de la prohibición de teléfonos celulares.

Medio año después de instaurar la prohibición voluntaria, los resultados son asombrosos, por decir lo menos. Aunque no todos se apegaron al código, la ausencia de teléfonos celulares entre niños se ha convertido en la norma. Esta tendencia ha promovido más interacciones cara a cara entre niños, fortaleciendo su desarrollo emocional y social. La iniciativa también ha llevado a muchos padres a demorar la entrega de teléfonos a sus hijos. Al menos hasta que estos cumplan los 12 años de edad.

No es una oposición a la tecnología, sino un enfoque que apunta a la importancia de retrasar la adquisición de dispositivos propios. Por lo menos hasta que los niños lleguen a la educación secundaria. Las repercusiones a nivel nacional han sido significativas. La ministra de Educación ya propuso la prohibición de teléfonos celulares en las escuelas, ofreciendo apoyo a los padres para que puedan prohibir los smartphones colectivamente en los colegios.

Además, el gobierno irlandés considera impulsar una ley que prohíba a los establecimientos de tecnología vender teléfonos celulares a niños menores de 11 años.

¿Vamos por la prohibición de celulares en las escuelas?

El caso de Greystones ha despertado el interés de directores de escuelas de diferentes países. Quienes ya contactaron al gobierno local para informarse mejor acerca de este código de prohibición voluntaria de dispositivos móviles. Este fenómeno sugiere que estamos ante una cuestión de relevancia universal. Y el ejemplo de Greystones ofrece una posible ruta para enfrentar el problema

En la era digital, el balance entre el uso de tecnología y el bienestar de los niños es una problemática que requiere atención y soluciones innovadoras, tal como lo ha demostrado este audaz pueblo irlandés.

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