Jíbaros y las cabezas reducidas

La siguiente imagen pertenece a una cabeza humana, si no lo parece demasiado es porque fue encogida. De hecho, se trata de un trofeo de guerra, hecha por una tribu llamada Jíbaros, y es un artículo bastante cotizado en el mercado negro. Entre los bosques de la parte este de Sudamérica habita una tribu de aborígenes llaman Jíbaros, misma que se dividen por regiones, en el Perú se encuentran los Achuar-Shiwiar, Huambisa y los Aguaruna, mientras que en Ecuador están los Shuar. Se trata de feroces guerreros que se hicieron de fama en todo el mundo por su extraña costumbre de decapitar a sus enemigos y usar sus cabezas como amuletos. Incluso hasta nuestros días, estos indios se mantienen completamente salvajes y sin ningún tipo de contacto con el hombre moderno. El propio gobierno de Ecuador los ignora, después de todo, viven completamente aislados en el bosque.

Cabezas reducida
Cabezas reducida del museo Ripley’s

Los jíbaros son de estatura media, cuerpo robusto, rostro redondo y ojos negros. Los hombres acostumbran a llevar el pelo largo, usan un taparrabos y utilizan una aguja de bambú que les atraviesa los lóbulos de las orejas. Las mujeres también tienen el pelo largo y llevan un adorno en el labio inferior confeccionado con bronce. Ambos poseen labios muy oscuros debido a la masticación de una hierba conocida como Yanamuco. Los hombres son bígamos, además de su esposa se quedan con las mujeres capturadas en las guerras.

 

jibaro
Joven integrante de los Jíbaros

Algunas de sus violentas y distinguidas costumbres.

Si una mujer llega a cometer adulterio y es sorprendida, todo su pelo es afeitado. Si vuelve a incidir, la mujer se fija en el suelo con una lanza que le atraviesa la carne, y permanece allí durante varios días, siendo alimentada y vigilada. A pesar del sufrimiento, no es común que lleguen a morir. Si la infeliz comete adulterio por tercera vez, entonces es ejecutada. Las mujeres ahí nunca han llegado a cometer adulterio tres veces, una vez que se dan cuenta de la seriedad con la que su comunidad trata este asunto, después del segundo castigo, se vuelven fieles de forma definitiva.

El jíbaro utiliza en sus flechas el veneno Curare, con el que cazan y matan. Durante la caza, una vez que el animal fue envenenado y cae al suelo, los Jíbaros ponen en la boca de este una mezcla de hierbas con sal que impide que sean envenenados cuando consumen la carne.

En la pesca, los jíbaros emplean una droga llamada Verbascum, que liberan en el río, y al poco tiempo hace que los peces comiencen a flotar, para ser recogidos con la mano.

 

Culto al demonio.

cabeza reducida jibaros

Los Jíbaros adoran a un demonio llamado Iuanchi, conocido por los españoles como el diablo Iaunchi. Estos indios tienen un dios del bien llamado Yusa, pero su temor por Iuanchi los obliga a hacer sacrificios y rituales sanguinarios.

Cuando un jíbaro quiere resolver algún problema íntimo, o conseguir algún favor, acude ante Iuanchi. Para invocarlo se adentra en el medio del bosque, en la parte más aislada posible y se prepara para hacer el llamado.

Ingiere un jugo de hierbas tóxicas y en pocos minutos se vuelve víctima de terribles alucinaciones. En esta alteración del estado de conciencia surge el diálogo con Iuanchi, además de otros demonios y duendes. Y de entre los pensamientos y las ideas plagadas por el efecto de las drogas surge la solución al problema, misma que seguirán hasta la muerte.

Los hechiceros que se sirven de Iuanchi son llamados Bishinios, y estos ejercen una fuerte influencia sobre todos los miembros de la comunidad. Los Bishinios cortan las cabezas de los sacerdotes de otras tribus y las utilizan como amuletos para aumentar sus poderes.

En las guerras, matan a los hombres y capturan a las mujeres y los niños.

cabeza reducida por los jibaros
Una cabeza sirve como un trofeo de guerra. Los ganadores recogen la cabeza del guerrero derrotado.

 

¿Cómo encogen las cabezas humanas los Jíbaros?

Las cabezas momificadas (Chancha o Tsantasn) eran colocadas fuera de sus hogares y también funcionaban como neutralizadores de males, energías negativas, enfermedades, etc…

Los sacerdotes Bishinios, como se mencionó antes, utilizaban estas cabezas para aumentar sus poderes mágicos. En otras culturas como la Mochica o Nazca del Perú, los diaguitas de Argentina, algunas tribus de América del Norte y los Mundurucus del Amazonas (Brasil), ya se practicaba el ritual de momificar y reducir cabezas humanas.

 

Hagamos un análisis de los detalles del proceso:

jibaros cabeza humana

Una vez que el enemigo se encuentra tendido en el suelo, es asesinado con una flecha que no está envenenada. Entonces, los jíbaros lo toman por el pelo, y con un cuchillo corto, hecho de bambú, cortan los músculos del cuello y separan las vértebras con una habilidad quirúrgica, en muy poco tiempo la cabeza es separada del cuerpo.

Después se transporta cuidadosamente hasta que todos se reúnen en torno a una fogata. El ritual se inicia con la participación reservada para los hombres de la tribu. Las mujeres sólo se encargan de servir las bebidas.

A continuación, del cráneo se extrae el cerebro, los músculos, los ojos y la lengua, una vez hecho esto, se coloca en una estaca. El cráneo se lava en agua y luego se sumerge en aceite de achiote, para posteriormente ponerse al sol a secar. Durante varios días se repite este proceso de lavar y secar la cabeza.

Después del endurecimiento total del cráneo, lo llenan de algodón, le colocan ojos hechos de resina, y ponen sus dientes y pelo fijados con resinas. Los ornamentos que acompañaran a la cabeza están hechos con plumas.

 

En una segunda variación del proceso tenemos:

El indio mata al enemigo, corta la cabeza, la coloca en un extracto vegetal de Yanamuco, que le da una coloración negra y la preserva de la acción del tiempo.

Reunido con los hombres de la tribu, retiran el cerebro del cráneo, los músculos, los ojos y la lengua. Después, la cabeza es llenada con arena y guijarros calientes, que se sustituyen todos los días en un proceso que dura varios días.

Ambos procesos provocan que las células en el hueso del cráneo se rompan y se contraigan hasta el punto de en realidad disminuir el tamaño de la cabeza. En algunos casos el cráneo llega a reducir su tamaño hasta un 50%, y, curiosamente, mediante la regulación de la contracción de la piel, los rasgos faciales se mantienen casi perfectos.

 

El método utilizado por los Shuar.

cabeza reducida por los jibaros

En primer lugar, la parte posterior de la cabeza debe ser abierta. Toda la piel retirada del cráneo junto con el pelo, un proceso que elimina por completo el rostro del infeliz que servirá como trofeo.

Hay que tener especial cuidado de no dañar la pieza, especialmente la cara. El cráneo es reservado y la carne fresca descartada. Luego, se coloca la piel del rostro para que hierva a fuego lento durante media hora en una mezcla de agua y tanino, una sustancia que tiene la propiedad de curtir pieles. Si se hierve durante más tiempo, el pelo puede caerse.

Esta máscara del difunto es colocada al sol, y para que se seque adecuadamente es llenada con piedras esféricas, además de que estas no permiten que se deforme. Después del secado, se voltea. El procedimiento se repite durante seis días hasta que el material queda con sólo un cuarto (25%) de su tamaño original. Aquí los ojos son cocidos para que el espíritu no puede ver. Con agujas de madera se perforan y cosen los labios, para que el espíritu no puede hablar ni clamar por venganza. Las agujas también perforan los oídos… por lo que el fallecido no puede escuchar las conversaciones.

Una película de National Geographic hecha en 1961 por el explorador polaco Edmund Bielawski. Es uno de los únicos documentos visuales que registra este macabro procedimiento.

 

El comercio de cabezas reducidas.

Muchos coleccionistas exóticos gastan una verdadera fortuna para conseguir una de estas piezas. Esto animó a algunos aventureros blancos a ganarse la confianza de los jíbaros con el fin de aprender el proceso de momificación de cabezas. Estos codiciosos hombres comenzaron a atacar a los viajeros, los mataban, encogían las cabezas y las vendían en el mercado negro para los coleccionistas. Mientras los indios eran culpados por estas muertes.

Y fue por esta razón que los Jíbaros se hicieron conocidos internacionalmente. Hubo una época al interior de Ecuador y Perú, en que la gente sentía temor de caminar por las calles desiertas. Este temor fue reducido cuando las autoridades eclesiásticas católicas amenazaron con excomulgar a los comerciantes, cazadores, o cualquier persona que tuviera entre sus posiciones uno de estos oscuros amuletos.

Y esta medida tuvo bastante éxito, fue entonces que el tráfico cesó y las cabezas desaparecieron del mercado. Sin embargo, hay coleccionistas fanáticos que pagarían mucho dinero por una cabeza reducida original.

En 2008 se encontraron seis cuerpos decapitados en Ecuador, este hallazgo levantó las sospechas de que los asesinatos podrían estar relacionados con una red de tráfico de cabezas reducidas. Los cadáveres fueron encontrados en las provincias donde vivían las tribus que practican este ritual.

Referencias:

news.nationalgeographic.com/news/2009/11/091113-shrunken-heads-video-ngc.html

keepmywords.com/2010/03/10/tsantsa-how-to-make-a-shrunken-head

es.wikipedia.org/wiki/Jivaros

16 comentarios en “Jíbaros y las cabezas reducidas”

  1. Risas… a los brasileños que viven en las cárceles de Brasil, les encantaría aprender como realizar este proceso, una vez que cabezas no les faltan…

  2. Vivi una experienci inolvidable el año 1975, perteneci al grupo scout 190 del colegio san agustin de la ciudad de Iquitos, Peru. Hicimos la travesia por el rio amazonas, marañon, pastaza y huasaga. Hasta llegar a la comunidad indigena Jibara. El proyecto se llamó TSANZA, estuvimos 30 dias y efectivamente la reduccion de cabeza era realizada como un trofeo de guerra. En ese entonces tenia 12 años. Salio publicado en el diario el comercio, la revista gente y la revista nikko de colombia.
    Me gustaria compartir experiencias e informacion, ya que estoy tratando de realizar algo respecto a esta comunidad

  3. JUAN EUGENIO CAMPOVERDE MORA

    Estimado.
    Su historia de las cabezas reducidas no esta apegada a la verdad, de hecho yo tengo varios amigos Shuar que no comparten su historia sobre el culto al diablo, de hecho el reduccion de cabezas llamada Sansa, se lo hacian cuando se vengaban de sus enemigos durante una guerra en una ceremonia de victoria al rival.
    Si usted quisiera saber mas al respecto le puedo comparir el mail de un Shaur que salio de la selva y actualmente trabaja en la ciudad.
    Por favor creo conveniente que su pagina sea corregida para que la gente sepa la verdad sobre estas cabezas.
    Saludos.

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