Un buen indicio de un “arrecife saludable” son las curiosas canciones acuáticas. Por extraño que parezca, los peces son animales ruidosos y recientemente los sorprendieron produciendo sonidos inéditos. Los grabaron durante un estudio realizado por personal de la Universidad de Bristol y la Universidad de Exeter, ambas en Inglaterra. El objetivo de la investigación era analizar el ambiente sonoro en arrecifes de coral en proceso de restauración en Indonesia. Y posteriormente compararlo con arrecifes degradados o conservados.
Resulta que el ambiente sonoro de un arrecife está íntimamente relacionado a su calidad ecológica. Y es que los sonidos producidos por los animales que ahí habitan, funcionan como señuelos que atraen a otros organismos al ecosistema. Como lo puedes constatar en el siguiente video, existe una gran variedad de sonidos.
El sonido de los arrecifes de coral.
Algunos parecen silbidos, crepitaciones y también están los gruñidos. De aquí en adelante, los investigadores tienen muchos misterios que resolver sobre el tema. “Registramos sonidos sumamente extraños. Ahora debemos averiguar su significado y a los animales que los producen”, señala Steve Simpson, uno de los autores del estudio. “Por ahora, nos resulta increíble el poder escuchar a un ecosistema regresando a la vida”.
Situado en el Archipiélago Spermonde, el arrecife estudiado padecía un alto grado de devastación a causa de la pesca con explosivos. Esta deleznable “técnica de pesca” consiste en matar o aturdir a todos los animales de una determinada zona empleando cargas explosivas, generalmente dinamita.
Tras la puesta en marcha del proyecto Mars Coral Reef Restoration, una iniciativa ambiental patrocinada por la Universidad de Exeter, el ecosistema está en proceso de restauración. El principal objetivo de Mars Coral es recuperar arrecifes de coral en la costa central de Indonesia instalando estructuras artificiales en el lecho marino. En estos lugares crecen los corales, organismos protagonistas cuando se habla de formación de arrecifes.
Restaurando arrecifes de coral.
Publicado en el periódico Journal of Applied Ecology, el estudio detalla el análisis de aproximadamente cuatro hectáreas de arrecife en recuperación. Además, con ayuda de análisis computacional compararon los hallazgos en Spermonde con paisajes sonoros de áreas conservadas o degradadas. El resultado es que el paisaje sonoro de un arrecife restaurado difiere mucho de un arrecife saludable, aunque la diversidad de sonidos es equiparable. Por otro lado, los arrecifes degradados son menos diversos y más silenciosos.
Según los investigadores, estos hallazgos confirman que el proyecto de restauración funciona para todos los organismos del arrecife. Pues a medida que los corales habitan las estructuras artificiales, una gran variedad de especies vuelven a entonar canciones acuáticas. Desde la perspectiva del investigador David Smith, se trata de un ciclo: “cuando el ambiente sonoro regresa de esta forma, el arrecife tiene mayor probabilidad de alcanzar auto sustentabilidad, pues los sonidos atraen más animales que mantienen y diversifican las poblaciones del hábitat”.
A pesar del resultado positivo de esta investigación, esta clase de proyectos no es una solución definitiva al problema de la devastación de arrecifes. Principalmente, debemos enfocarnos en acciones para combatir el cambio climático. Y es que este último es el principal responsable por la reducción de arrecifes de coral en el mundo entero.
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