Los recuerdos se mantienen vívidos en la memoria de Stan Michalak sobre aquel día en que su padre se adentró en el bosque de Falcon Lake para regresar enfermo y considerablemente lastimado tras una serie de extraños acontecimientos. En aquella fecha de mayo de 1967 la familia Michalak, residente en la provincia de Manitoba, quedaría marcada para siempre por un acontecimiento que hasta nuestros días se considera uno de los casos más extraños e inexplicables en los registros del fenómeno OVNI.
Stan Michalak, que en aquella época no era más que un niño de 9 años, se enfrentó a una situación penosa cuando vio a su padre: «Lo recuerdo recostado en la cama. No estaba nada bien, se veía muy pálido y distante». Habían transcurrido algunas horas de que el hombre fuera internado en el hospital local cuando su pequeño hijo llegó a visitarlo. Un día antes, este hombre enfermo había sido testigo de un extraño fenómeno que sería conocido como el Incidente de Falcon Lake.
«Apenas llegué a la habitación, pude percibir un terrible hedor. El olor se parecía al del aceite de motor quemado y azufre que se queda en la nariz y es difícil soportar. Estaba por toda la habitación, pero era más intenso en mi padre. Intenté acercarme para darle un abrazo, pero aparentemente emanaba de sus poros. Era muy desagradable«, relata Stan Michalak en su libro When They Appeared.
«Tenía miedo. Mi padre estaba herido y no sabía lo que había pasado. Las personas no me decían nada al respecto«.
Sin embargo, a medida que los días fueron pasando Stan fue conociendo detalles perturbadores sobre lo que había sucedido aquel día con su padre, de la misma forma que lo hacía el público a través de las intensas publicaciones periodísticas y los reportajes en televisión. El Incidente de Falcon Lake recibió una amplia cobertura mediática y sigue siendo tema de debate hasta nuestros días.
Stefan Michalak.
El señor Stefan Michalak, mecánico industrial y geólogo amateur, había migrado de Polonia a esta región de Canadá donde disfrutaba explorar los bosques en las inmediaciones de Falcon Lake. Su pasatiempo favorito era la caminata, en ocasiones solía practicarlo con otras personas pero generalmente iba solo.
Guiado por nada más que sus instintos, Stefan tomaba un saco de dormir, una tienda de campaña, una mochila y se adentraba en el bosque. Acampar en densos bosques se había convertido en una actividad cotidiana para el hombre, y es que estas «expediciones» también le permitían satisfacer su gusto por la geología al recolectar cristales de cuarzo y muestras minerales que extraía de las rocas.
El señor Michalak conocía a la perfección aquel bosque, por lo que la familia no solía preocuparse cuando se ausentaba durante varios días. Sin embargo, aquel mes de mayo de 1967 tomó la decisión de penetrar más profundo para aventurarse en una región inhóspita a donde raramente los campistas solían dirigirse.
Aquel 20 de mayo, mientras la luz solar se lo permitió, Stefan Michalak caminó por el bosque hasta toparse con un macizo precámbrico relativamente desconocido. A través de un análisis visual de la geología en el lugar y la prospección de algunas muestras, determinó que en el macizo existía una veta de cuarzo.
Los OVNI de Falcon Lake.
Cuando el sol empezó a ponerse en el horizonte, Stefan Michalak fue sorprendido por un estruendo semejante al de un claxon que provocó una huida apresurada de los gansos salvajes que descansaban en el lugar. Michalak se apresuró a la fuente del sonido y se encontró con algo increíble.
A unos 45 metros del suelo, por encima de la copa de los árboles, un par de objetos metálicos levita a pocos metros de distancia uno del otro. Logró distinguir una serie de luces rojas que parpadeaban en los bordes y una especie de domo en la parte superior de estos aparatos.
Durante algún tiempo, aquellos objetos voladores se mantuvieron levitando hasta que uno empezó a descender sobre una roca plana a unos 50 metros del punto de observación de Stefan. A medida que bajaba suavemente, las luces de la nave cambiaban de color a un tono naranja más intenso. Por el contrario, la segunda nave se elevó unos 200 metros de forma vertiginosa y después desapareció entre las nubes bajas.
La intensidad de la luz emitida por la nave era tan fuerte que Stefan se vio obligado a ponerse las gafas oscuras que portaba en la mochila. A pesar del deslumbramiento, el hombre pudo distinguir que la nave poseía una forma de platillo y generaba una vibración de muy baja frecuencia. En el preciso instante que tocó tierra, la intensidad de aquella luz se desvaneció y el sonido se detuvo.
Stefan decidió ocultarse, pues al principio creyó que se trataba de un vehículo experimental del ejército estadounidense. Durante más de media hora, el señor Michalak se mantuvo observando y realizando un esbozo en papel con las características de la nave.
Anteriormente había percibido un olor característico parecido al del azufre y caucho quemado, pero le pareció mucho más intenso cuando el inusual platillo de 20 metros de longitud dejó de emitir vibraciones. Sin previo aviso, una especie de puerta se desplegó en los laterales de la nave revelando un intenso brillo que emanaba del interior.
Encuentro cercano del segundo tipo de Stefan Michalak.
Movido por la curiosidad, Stefan Michalak salió de su escondite y se aproximó cautelosamente al objeto procurando una mejor vista del interior. Cuando estaba a unos 20 metros de la puerta, se le ocurrió preguntar si había alguien al interior del vehículo: «Oigan, yanquis. ¿Necesitan ayuda?», preguntó con tono irónico toda vez que seguía creyendo se trataba de una nave experimental de los Estados Unidos con algún tipo de dificultad técnica.
Como no obtuvo respuesta, se aventuró a preguntar en otros idiomas que dominaba: polaco, alemán y ruso. Pero tampoco le respondieron así que decidió aproximarse a la entrada. La luz que emanaba del interior era tan potente que debió ponerse nuevamente las gafas.
En el interior encontró una variedad de paneles gobernados por tubos con luces blancas y otros que emitían pulsos de luz multicolor. Sin embargo, no observó ninguna señal de vida. Describió la parte externa de la nave como un metal blanco tan pulido que prácticamente funcionaba como espejo. Era bastante liso y no poseía ningún tipo de símbolo o emblema.
Despegue del OVNI.
Repentinamente, aquella puerta se deslizó a gran velocidad produciendo un zumbido y quedó completamente sellada. A continuación, la nave empezó a vibrar nuevamente y por uno de los laterales apareció una rejilla con múltiples agujeros, como una campana de extracción de aproximadamente 2 metros de largo.
Sorprendido, el instinto de Stefan Michalak lo obligó a retroceder algunos metros caminando de espaldas, hasta que repentinamente la rejilla expulsó una enorme descarga de aire caliente que terminó lanzando a Stefan por los aires. Su camisa se incendió al instante y los guantes que llevaba terminaron derritiéndose provocando graves quemaduras en sus manos.
Aterrizó de espaldas e inmediatamente después empezó a rodar en un intento por apagar el fuego que le estaba quemando el pecho, brazos y cuello. Se arrastró algunos metros y pudo ver el objeto flotando lentamente hasta ganar altura suficiente para desaparecer en el cielo.
Hombre herido en Falcon Lake.
Las quemaduras de primer y segundo grado que presentaba en el cuerpo se vieron agravadas por náuseas que se iban haciendo cada vez más intensas. El olor a azufre, tan concentrado en aquella ráfaga de aire que lo había impactado, era suficiente para provocarle confusión. Se detuvo numerosas ocasiones para vomitar, y a pesar del dolor que le producían las quemaduras se las arregló para encontrar el camino de regreso a casa, un suplicio que se extendería a lo largo de seis horas.
Cuando finalmente llegó a un motel a orilla de carretera, solicitó ayuda y lo llevaron a un hospital en Winnipeg. Cuando el equipo médico lo entrevistó, el señor Michalak relató su extraño encuentro con lujo de detalles. Las graves quemaduras le dejaron un patrón redondo de rejilla sobre el pecho.
En las semanas posteriores a su ingreso al hospital atravesó una serie de efectos secundarios extraños como fuertes dolores de cabeza, desmayos, diarrea y una marcada pérdida de peso. Las crisis de cefalea eran tan intensas que llegaba a perder el conocimiento. Al equipo médico le llamó la atención el olor a azufre que emanaba de su ropa y piel chamuscada.
Algunos llegaron a sugerir que tal vez fue expuesto a algún tipo de sustancia química desconocida.
Frenesí extraterrestre en Canadá.
Durante su estadía en el hospital, la familia de Stefan Michalak asegura que recibió la visita de hombres extraños interesados en recabar información sobre su experiencia.
Un programa de televisión que supo sobre el caso, se propuso ir hasta el lugar de los hechos pero los oficiales de policía lo impidieron. El equipo de filmación fue abordado por un grupo de aproximadamente 20 policías y retirados de la zona. Aproximadamente a un par de kilómetros del lugar, supuestamente se observó movimiento de varios vehículos militares, algunos con las siglas (USAF).
La historia y el tipo de abordaje que realizaba el gobierno terminaron atrayendo la atención pública, por lo que el alguacil de Falcon Lake se vio obligado a dar una declaración oficial donde aseguraba que la zona se encontraba cerrada debido a que las autoridades buscaban pistas sobre los hechos.
Durante esa conferencia de prensa, mostró a los medios la mochila, así como los guantes y la camisa quemada de Michalak que habían localizado en el bosque. Sin embargo, rechazó la versión de que personal militar hubiera realizado investigaciones en la zona. Mientras tanto, en el hospital Stefan Michalak era evaluado física y mentalmente.
Las pruebas fueron realizadas por un equipo de médicos que se identificó como miembro de la Fuerza Aérea Canadiense. Pero todo el proceso fue guiado por un tercer hombre, aparentemente estadounidense. Una de las pruebas requirió de un contador Geiger para medir los niveles de radiactividad en el cuerpo de Stefan, aunque le informaron que el resultado había sido negativo.
Radiación en Falcon Lake.
Tras todo el revuelo generado por la historia, el sitio de los acontecimientos recibió la visita de miles de curiosos y periodistas. En el lugar descubrieron marcas de quemaduras por altas temperaturas sobre una gran piedra plana. La marca de forma circular tenía un diámetro aproximado de 6 metros y resultó con elevados niveles de radiación.
Diversas muestras del suelo circundante fueron recolectadas por los curiosos y también presentaron niveles elevados de radiactividad.
Para ese entonces, el Incidente en Falcon Lake se había convertido en un fenómeno mediático que atrajo a toda clase de entusiastas del fenómeno OVNI, con grupos enormes arribando a la localidad. Muchos se atrevían a asegurar que el incidente era el caso más notable de contacto extraterrestre desde el evento Roswell.
Cuando se supo de la presencia de radiación en el lugar, la Comisión Nuclear de Canadá emitió una prohibición de acceso a la zona. El reporte de esta comisión indicaba que las muestras de suelo recolectadas en el lugar presentaban una radiación 100 veces superior a las de otras muestras en el bosque.
En el documento jamás se ofreció algún tipo de explicación razonable para el fenómeno. Aquello que provocó la radiación sigue siendo un misterio hasta nuestros días.
La verdad de Stefan Michelak sobre el Incidente Falcon Lake.
Stefan finalmente fue dado de alta tras una estadía de tres meses en el hospital. Los síntomas, de la misma forma que las heridas, terminaron desapareciendo, pero las marcas de quemadura sobre su pecho lo acompañarían durante toda su vida.
«Aquí fue donde mi vida se puso al revés«, declaró durante una inusual entrevista en el año de 1974 para un programa de televisión estadounidense. «Me tomó mucho tiempo dormir tranquilamente después de aquel incidente«.
Stefan Michelak jamás cambió un solo detalle de su testimonio. Tras someterse al polígrafo e incluso a la hipnosis, los resultados avalaban que el hombre decía la verdad. Murió a los 83 años de edad, en 1999, convencido hasta el final de su vida que se había enfrentado a algo inexplicable.
Incluso en nuestros días, las muestras de suelo en la zona siguen mostrando altos niveles de radiación y la vegetación en torno a aquella marca circular jamás volvió a crecer. Los que llegaron a conocer a Stefan Michelak lo describían como un hombre serio y decente, una persona que nunca inventaría una historia de esta clase. De hecho, a lo largo de toda su vida fueron muy pocas las entrevistas que concedió sobre su experiencia y jamás buscó promoverse.
El Incidente en Falcón Lake figura como el caso OVNI más documentado en la historia de Canadá. Y aunque no ofreció explicación, el gobierno canadiense terminó por admitir que el incidente sucedió y fue investigado.
Les suigiero investigar sobre estos dos incidentes en Brasil: Incidente Varginha (captura de 3 seres humanoides) y el Incidente ovni de Colares (más de 2,000 personas afectadas donde tuvo que intervenir la fuerza aerea). Ambos tienen entradas en Wikipedia. Son dos de las mejores historias que he leido sobre el fenómeno OVNI.
Muy bueno.
Interesante
Alv !! entonces…. ¿La policía sabía que los de Asuntos Internos les tendían una trampa?