Ilustraciones estudiantes de Ayotzinapa, los rostros de una realidad trágica

Muchos me han preguntado por qué no publicamos nada referente al crimen de estado que tuvo lugar en el municipio de Iguala, Guerrero el pasado mes de septiembre. En primer lugar por qué desde el cambio el año pasado a Marcianosmx.com, el objetivo del blog es la difusión del buen entretenimiento, en segundo lugar por qué yo, responsable principal de este sitio, vivo en el estado, en una región donde el crimen organizado ha permeado en cada uno de los estratos sociales e institucionales. Y donde la libertad de expresión está sometida a la voluntad de unos cuantos.

En Guerrero predominan dos cosas: la pobreza y la mala educación. Ahí subyace el gran problema de este estado. Aquí, gran parte de la juventud ya no sueña con convertirse en profesionistas o en personas de provecho para la sociedad, la narco-cultura ha sometido a cada uno de los valores morales y éticos, transformando y distorsionándolos en conceptos realmente preocupantes.

No es nada raro escuchar que algún púber abandonó la escuela y se enlistó en las filas de una célula criminal, además de cumplir su sueño de portar un AK-47 y de verse “chingón” con sus amigos mientras se enfilan una botella de “Buchanan’s”, se ahorraron todo ese martirio de pasar por la escuela para tener que ganarse la vida. Adoran con un sentido casi religioso al “patrón” y cuidan celosamente la “imagen corporativa” de su empresa, si alguien habla más de ellos (denunciando los actos) es víctima de un castigo ejemplar. Es decir, la sociedad como grupo, a través de estos ejemplos de castigos, también está controlada y reprimida.

Las extorsiones, los secuestros y el exilio de comunidades enteras también son frecuentes. ¿El estado lo sabe? El Estado conoce perfectamente el problema que tiene entre manos, por esa misma razón, cuando una figura política de importancia transita por el estado de Guerrero, lo hace acompañada de todo un comité de seguridad impresionante, no sería exagerado decir que la cantidad de elementos para protección se equiparan con la visita de un jefe de estado a un país en conflicto. Y lo peor de todo es que muchas veces se trata de los mismos individuos, una serpiente de dos cabezas.

He visto a muchas personas manifestándose contra las protestas que se están haciendo, su argumento es que dañan la imagen de la región (no olvidemos que Guerrero es un estado que depende en gran parte del turismo) ante la mirada internacional. Que cosa más hipócrita, la imagen de México en el mundo ya está mal, para muestra bastan los comunicados de prevención que emiten los países a sus habitantes, en donde advierten los peligros de viajar a determinadas zonas de México.

Ni el operativo de Guerrero Seguro que implementó Felipe Calderón hace algunos años, ni las acciones del gobernador interino apoyadas por el fracasado Presidente de la Republica, darán una solución a los problemas que aquejan a Guerrero y a la mayoría de los estados del país. Si no se repara, ya no el tejido, sino el órgano social que está gangrenado desde abajo, si no se ofrecen nuevas y mejores oportunidades a la juventud y, sobre todo, si no se trata a la corrupción con mano dura, cualquier paliativo temporal no hará más que empeorar la enfermedad, y los casos como el de Iguala y los desaparecidos de Ayotzinapa serán algo tan común que terminarán por ser ignorados.

Esta publicación atiende al llamado que me hicieron los usuarios, y si me limito tanto y soy tan breve, es porque, para ser honestos, temo que pueda haber algún tipo de represalia en mi contra. Pero también se hace por estas ilustraciones de la tragedia que están publicando algunos artistas mexicanos en el sitio ilustradoresconayotzinapa.tumblr.com Son los rostros de los desaparecidos, rostros que quizá jamás vuelvan a expresarse, acompañados de mensajes y consignas de familiares, amigos y completos extraños.