Una forma efectiva de eliminar la tartamudez en adultos es que, aquellos que la padecen, hablen a solas. Así lo concluye un estudio reciente, donde sugieren que esta condición es altamente influenciada por el aspecto social. De hecho, muchas personas tenían conocimiento de este fenómeno, pero no existía evidencia científica al respecto. Y sí, las personas que tartamudean dejan de hacerlo cuando hablan solas.
Publicado en el periódico Journal of Fluency Disorders, el artículo detalla la forma en que los tartamudos son afectados cuando hablan solos. Además, revelan que factores como la percepción de los oyentes o la propia ansiedad social agravan el tartamudeo.
El experimento sobre tartamudez.
“Existe mucha evidencia empírica de que los tartamudos dejan de tartamudear al hablar a solas. Sin embargo, es un fenómeno que no se ha confirmado en laboratorio, sobre todo por las dificultades al replicar un escenario donde los individuos realmente consideren que están solos”, explica Eric S. Jackson, profesor de la Universidad de Nueva York y principal autor del estudio.
El estudio sobre tartamudez contó con la participación de 24 voluntarios adultos. Y la muestra se evaluó bajo cinco condiciones distintas: discurso espontáneo, discurso coloquial, lectura en voz alta, discurso privado (en esta fase los tartamudos creían que nadie los escuchaba) y finalmente repetición de lo hablado en el discurso privado a un par de oyentes. A excepción del discurso privado, todos los escenarios requerían leer o hablar con otras personas.
En el escenario del discurso privado, a los participantes se les encomendó ejecutar una tarea de programación en una computadora. Una actividad que, en otros estudios, motivó a los participantes a hablar consigo mismos. Además de creer que nadie los escuchaba, los investigadores les sugirieron que hablar a solas podía ayudarlos a completar la tarea con éxito. Resultó el único escenario donde los voluntarios no tartamudearon en absoluto. El único factor ausente que llevó a este resultado era la falta de percepción social.
El componente social de la tartamudez.
“Ideamos una nueva forma para convencer a los participantes de que estaban solos, de que su discurso jamás se escucharía. Y encontramos que los adultos tartamudos no tartamudean bajo estas condiciones específicas. Entonces, creo que la tartamudez no solo es un problema del habla, sino que influye ampliamente el factor social”, dice Jackson.
Al final, los participantes se enteraron que les habían engañado para demostrar la teoría. Y una vez que otorgaron su consentimiento, el experimento continuó. Finalmente, los autores del estudio sugieren enfocarse en el discurso privado de aquellos niños que tartamudean. Así, podríamos empezar a entender el momento en que la percepción social promueve la tartamudez.