¿Considerarías jugar fútbol en una cancha que se inclina hasta 45 grados? Ese es el principal atractivo del «fútbol alpino«, una variante del deporte más popular del mundo. Con el fin de hacerlo más difícil, se juega en las empinadas laderas de las montañas. En la mayoría de los deportes siempre se aboga por la igualdad de condiciones.
Pero, cuando se trata del fútbol alpino una de las principales condiciones es que el terreno esté inclinado. Francamente, parece extremadamente agotador ir y venir durante 90 minutos en el terreno inclinado de una montaña. Pero, un grupo de fanáticos en los Alpes austriacos asegura que no existe mejor forma de practicar el fútbol.
El origen del fútbol alpino.
La idea tras el fútbol alpino surgió mientras un grupo de amigos veía la Copa Mundial de Fútbol 2014. Uno de los partidos se tornó bastante aburrido y empezaron a proponer formas de animar un poco el encuentro. «Veíamos los encuentros y nos parecían muy aburridos», dijo Franz Mair, uno de los inventores del fútbol alpino.
«Entonces, Peppi (Peppi Knün, el otro inventor) me dijo: ‘la forma en que se juega no resulta lo suficientemente desafiante. Deberían ir y venir en las laderas de nuestras montañas. Se cansarían en seguida…’ Y entonces pensamos: ‘la verdad, es posible que ellos ni siquiera puedan jugar. Pero nosotros y nuestros compañeros podemos hacerlo'».
En esta región de Austria, es complicado encontrar un terreno llano. Y los que existen se destinan a cosas más productivas e importantes que una cancha de fútbol. Entonces, los fanáticos de este deporte decidieron transformar sus áreas montañosas en zonas de juego. Aplicaron el refrán: «cuando la vida te de limones, haz limonada”.
Fútbol en las montañas.
Ahora, los lugareños se enorgullecen de ser los únicos en jugar fútbol alpino. «Cualquiera puede jugar en un campo plano», dice Alois Gantner, el entrenador del equipo Supa Burschis. «En Montafon, solo jugamos en las pendientes más empinadas que podamos encontrar». El fútbol alpino heredó el reglamento del fútbol tradicional.
La única diferencia es que se necesitan piernas realmente fuertes y una excelente condición física para hacer frente a la gravedad de un campo tan inclinado. Parece un deporte extremo, intrigante e incluso divertido. ¿Pero, qué sucede cuando la pelota empieza a rodar montaña abajo cada pocos minutos?
¿Quién se encarga de recogerla y subirla al campo nuevamente? Imagino que debe ser bastante tedioso para el responsable.