Fotografía: momentos antes a la caída de un rayo

Si te encuentras en el exterior y repentinamente tu cabello empieza a levantarse como en la siguiente fotografía, acércate lo más que puedas al suelo, busca refugio o una zona baja y dile a todos los que estén cerca que hagan lo mismo.

Un rayo no es como un proyectil que “cae” del cielo, específicamente se trata de una transferencia de electricidad desde el suelo cargado positivamente a las nubes cargadas negativamente (en el caso de un rayo positivo). Esto quiere decir que no hay un punto de impacto definido previamente.

En el suelo hay una enorme cantidad de electrones de repuesto y las nubes no poseen los suficientes, por lo que la naturaleza tiende a equilibrar esta diferencia. Desafortunadamente, el aire no es un buen conductor de la electricidad, por lo que los electrones son incapaces de fluir con libertad a través de él hasta que se acumula una carga tan grande como para superar esta resistencia.

Un rayo siempre busca el camino que ofrece menor resistencia para poder terminar la transferencia lo más rápido posible. Como el aire es tan mal conductor, existen muchas otras cosas que facilitan el flujo de la electricidad, incluyendo edificios, torres de alta tensión, árboles y tú.

Si tu cabello empieza a levantarse de esta forma, quiere decir que estás parado sobre una región de tierra donde hay una acumulación de estática buscando una forma de viajar al cielo. Y dado que tu cuerpo conduce la electricidad de forma más eficiente que el aire que te rodea, estás en peligro de convertirte en una parte más del rayo.

No corras, lo mejor que puedes hacer es agacharte inmediatamente y gatear hacia un refugio o una zona baja, como una zanja. Si te encuentras en una zona plana sin nada cerca que te pueda servir de protección, túmbate en el suelo. El rayo tomará el camino más fácil en el aire, y lo último que quieres es que te use como escalera.