No deberías finalizar tus mensajes de texto con punto, conoce por qué

Al enviar mensajes de texto o durante un chat por Facebook o WhatsApp, ¿acostumbras a rematar tus frases con un punto final? Si es tu caso, quizá sea una buena idea que empieces a dejar de lado el impulso de puntuar lo que escribes cuando usas estos servicios – y faltar deliberadamente a la santa gramática.

Según un artículo de Rachel Feltman, de The Washington Post, una investigación elaborada por científicos de la Universidad Binghamton, en Nueva York, concluyó que los individuos que finalizan sus frases con puntos – cuando chatean con sus conocidos mediante una computadora o celular – son percibidos como seres poco amigables y, debido a esto, el contenido de sus mensajes de texto es considerado poco sincero.

Según se explica en la investigación, los mensajes de texto son la forma de comunicación más común en Internet, y la velocidad con la que se intercambian estos mensajes simula una conversación cara a cara. Por eso, la investigación surgió a partir de la curiosidad por saber si el punto final era capaz de transmitir aspectos presentes en la comunicación oral, como el tono – amigable, triste, agresivo, etc. – las expresiones faciales, los gestos y la cadencia del habla, por ejemplo.

Para llevar a cabo los experimentos, los científicos reclutaron a un grupo de 126 estudiantes universitarios y les mostraron una serie de “conversaciones” con formato de diálogo escritos a mano y mediante mensajes de texto.

El contenido del material utilizado en estas pruebas consistía en invitaciones seguidas de respuestas – los investigadores notaron que, cuando esas respuestas se finalizaban con un punto, generalmente los participantes las interpretaban como menos sinceras. Sin embargo, lo más curioso es que este mismo efecto no se registró en las notas escritas a mano, sino exclusivamente en los mensajes de texto.

El punto en discordia.

Según los investigadores, es como si el punto final hubiera adquirido vida propia en los mensajes de texto – abandonando por completo su función gramatical tradicional. Según dicen, como este tipo de comunicación está desprovisto de los datos sociales y emocionales presentes en las conversaciones verbales, las personas pasan a emplear emoticonos, secuencias de letras que representas sonidos – “lol” – y signos para suplir esta falta de información.

En el caso del punto final, en palabras de los investigadores, “se transformó en un acto de guerra psicológica contra los amigos”. Un estudio posterior ejecutado por el mismo grupo de científicos señala que las frases terminadas con signos de exclamación otorgan un aura de sinceridad a los mensajes.

Con toda esta información, no es de sorprender que dentro de poco en las escuelas se dedique un módulo de la materia de español o lengua a los “mensajes de texto”, para instruir a los pequeños sobre las artes de equilibrar el tono de una conversación en línea.