¿Unas semanas laborales más cortas influirían en la productividad? Dos grandes experimentos buscaron responder esta pregunta entre 2015 y 2019. Y los conejillos de indias fueron más de 2,000 islandeses. Según los resultados, trabajar menos días a la semana resulta más provechoso para todos.
Reducir la semana laboral a 35 horas no propició una caída de la productividad o la prestación del servicio. Por otro lado, en una serie de parámetros el bienestar del trabajador mejoró notablemente. Y hablamos de cosas importantes, como la percepción del estrés o el burnout.
De hecho, desde la culminación de estos experimentos la jornada laboral cambió para siempre en Islandia. Más del 85% de la fuerza laboral del país adoptó semanas laborales más cortas. Y es probable que otras naciones repliquen la medida con sus trabajadores. En 2016, el empresario mexicano Carlos Slim propuso reducir la jornada laboral a tres días, con 33 horas efectivas de trabajo.
“En los dos ensayos, muchos trabajadores externaron sentirse mejor tras empezar a trabajar menos horas por semana. La reducción del estrés vino con un aumento de energía destinado a otras actividades como el ejercicio, amigos y pasatiempos”, menciona el informe. “Esto produjo un efecto positivo en su trabajo”.
Y los empleadores involucrados en los experimentos destacan en diversos sectores, desde hospitales hasta consultorios particulares. Además, en esos cuatro años aproximadamente el 1% de la población económicamente activa en Islandia participó. Incluso con menos horas laborales, a los trabajadores se les pagó el mismo salario.
Y se trató de una reducción real, no disfrazada. Según la información divulgada por la Asociación para la Sustentabilidad y Democracia (Alda) en Islandia, para la mayoría de trabajadores el incremento de horas extras no resultó significativo. La nueva jornada laboral se mantuvo gracias a reuniones más breves, cambios de turno y depuración de tareas innecesarias.
Reducción semana laboral en Islandia.
La simple reducción de entre 4 y 5 horas laborales a la semana resultó increíblemente benéfica. Los trabajadores mostraron mayor creatividad en sus actividades. Y aunque al principio algunos participantes tuvieron problemas para adaptarse, al final la mayoría terminó acostumbrándose a la nueva rutina.
“En lugar de hacer las cosas de forma rutinaria, los trabajadores empezaron a reevaluar sus actividades. De repente, se encontraban haciendo actividades de maneras muy distintas a lo acostumbrado”, señaló uno de los participantes.
En lo que respecta al bienestar, los voluntarios informaron una reducción del estrés laboral. Además, mejoraron el equilibrio entre su vida personal y profesional. Durante las entrevistas de seguimiento, los participantes reportaron otros beneficios inesperados. Por ejemplo, disponían de más tiempo para realizar tareas domésticas, hacer ejercicio y cuidar de sí mismos.
En el informe se dice que los experimentos de Islandia resultaron un gran éxito. Aseguran que tanto administradores como empleados pasan menos tiempo laborando sin afectar la cantidad o calidad de su trabajo. De hecho, este fenómeno ya se había observado en investigaciones previas.
Al final, la mayoría de los participantes quería conservar la semana laboral corta. “Resultó cada vez más evidente que pocos desean regresar a las condiciones laborales previas a la pandemia. Ese anhelo de una semana laboral reducida llegó para definir la ‘nueva normalidad’”, concluye el informe.
En México no me imagino implementando este tipo de medidas, aquí existe mucho la costumbre de que te tienen que matar trabajando por que si trabajas poco produces poco o esa es la creencia.
Aunque también resulta difícil que lo implementen por que como un antiguo jefe dijo » empleado feliz es un empleado vaqueton(flojo)» siendo la felicidad en los empleados un indicador de preocupación en muchas empresas en mi ciudad ya que buscan que el empleado tenga dependencia de su trabajo para atarlos a la empresa( no tiene sentido pero en México muchas cosas no lo tienen).
Un momento, les redujeron las horas pero siguieron pagándoles lo mismo? Eso nuestras empresas latinoamericanas no lo van a hacer. Reducen tus horas y tu paga, y eso nuestros pobres bolsillos no lo resistirían.