Lucy me mató.
Mi apartamento prácticamente había sido sellado herméticamente. Me refugié en este lugar cuando empezaron los disturbios y el pánico. Mi edificio es un lugar poco pretencioso de tres pisos construido solo con ladrillos y mortero ubicado en una zona industrial. Seguro piensas que no es el mejor sitio para ir a vivir, pero cuando el mundo está llegando a su fin, no existe un mejor lugar. En las grandes ciudades, como Londres y Nueva York, miles mueren víctimas de los incendios sin nadie que los auxilie.
Todo empezó con una noticia sobre un evento aislado en una zona del oriente de Europa. Se trataba de una pandemia desencadenada por una nueva cepa de influenza, parecía algo bastante estúpido como las veces anteriores. Pero comencé a prepararme. Gasté cada uno de mis cheques en agua, suministros y un equipo para filtrar el aire. Seis meses después el presidente de mi país declaraba una emergencia biológica extrema, pidiendo disculpas a los ciudadanos y solicitando oraciones. El gobierno se vino abajo poco después, y para entonces las tormentas de esporas ya soplaban por toda Norteamérica.
Se referían al mal como “ETO”, un organismo de origen extraterrestre que supuestamente aterrizó en alguna región montañosa en las proximidades de Turquía. Se trataba de una forma de vida a base de sílice, algo entre un gusano y un hongo. Completamente hostil con cualquier forma de vida con la que entraba en contacto; mamíferos, insectos, aves. Antes de que los noticieros y el Internet se fueran, se decía que había mutado para adaptarse y poder atacar a las plantas.
Escuché que si las esporas entran en contacto con la piel es posible removerlas. Se aferran a cualquier cosa sobre la que se posan y echan raíces… raíces muy profundas. Hasta dos pulgadas de profundidad. Se trata de la primera etapa de la infección. En el transcurso de una semana, la cabeza brota y se convierte en un organismo en floración, liberando más esporas. Es la segunda etapa. Recuero haber visto las noticias durante las primeras tormentas de esporas en China. En las imágenes era posible apreciar un cielo completamente negro y a cuadrillas enteras de soldados incinerando cadáveres humanos junto con el ganado.
Si una espora es inhalada, rápidamente se aferra dentro de los pulmones, provocando un dolor que vuelve loco a cualquiera. Te conviertes en un vector andante, exhalando pequeñas nubes del parásito cada vez que respiras o toses. Finalmente, durante la tercera etapa, buscas un lugar tranquilo y te sientas a esperar la muerte. En este momento los gusanos brotan de tu boca y nariz convirtiéndote en una maceta humana o, en el caso de Lucy, una maceta felina. Puedo ver sus pequeñas costillas contrayéndose y expandiéndose, aunque hace dos días que murió. Las raíces envolvieron sus pulmones, abriéndolos y cerrándolos. Puedo ver unas diminutas partículas negras pulverizándose por toda mi habitación.
Había sellado el apartamento desde hacía dos semanas, cuando escuché a mi vecino del piso de arriba padecer una tos que se fue haciendo cada vez más débil hasta que simplemente se detuvo. Me mantuve al pendiente de nuevas noticias hasta que la energía se fue. Comprobé dos veces cada uno de los sellos en mis ventanas y el sistema de filtración de aire. Pude ver aquellos terribles tallos negros crecer en la boca de un vagabundo que había quedado tirado sobre el callejón trasero. Cuando escuché a Lucy rascando la puerta para entrar no la veía desde hacía un mes. Ni siquiera tenía comida para gatos en el suministro. No sé por qué lo hice, no sé por qué la dejé entrar.
Supe que estaba muerto la primera vez que estornudó.
Siento un cosquilleo extraño en la parte posterior de la garganta. Me provoca un ataque de tos que se extienden durante un minuto. Cuando finalmente me repongo puedo sentirlos… una serie de pliegues empujando mi labio inferior. Me veo en el espejo y noto un largo mechón que desaparece en lo profundo de mi garganta. Con mucha cautela lo atrapo entre mis dientes posteriores y casi al instante experimento un dolor agonizante debajo de mis pulmones, un dolor que exprime por completo el aire. La vista se me nubla y veo destellos antes de que el dolor se relaje un poco y me permita continuar. Estoy tan enojado, pero tan enojado, que abro mi boca y me enredo el mechón en las manos para tirar con todas mis fuerzas. Pude extraer casi medio metro del mechón de mi boca junto con una masa roja y sangrienta. El dolor en mi pulmón derecho es…
Cuando finalmente recupero la conciencia puedo ver toda la sangre que he tosido, salpicada de esporas negras y pequeños hilos serpenteantes. Ahora tengo dos tentáculos más bajo mi labio inferior. Me tomó casi una hora arrastrarme hasta donde dejé mi bloc de notas. Se me hace tan difícil respirar ahora.
Pronto no tendré que preocuparme de hacerlo más.
todo bueno y tal,pero con ese final que me cago del susto no? >:V
Tripofobia
bueno y donde quedo el flood?
Medianamente bien historia hicieron falta prostitutas, siempre en las buenas historias hay prostitutas, sobre todo cuando algún simple mortal se enamora de una de ellas.
Buena historia hicieron falta p*as para que fuera excelente, en toda buena historia siempre hay p*as.
inicio envolvente, final irrelevante.
buena historia…faltaron viejas pero buena historia…
no me gusta la ciencia ficción 🙁
2-2
excelente trama, no habia necesidad de meter a las plantas con el simple hecho de la extinsion humana era suficiente
muy bueno, tiene base incluso para una pelicula le doy un 9 le falto un poco al final pero estuvo bueno
2-3
Muy bueno, definitivamente podria verse como un suceso que podriamos experimentar en un futuro no muy lejano, espero que en realidad si sea lejano pero hay algo que no me permite pensarlo como MUY lejano, gracias Hery ya se extranaban los «kripy-jueves»
muy buena excelente.
The last of us?????
Lo mismo pense en cuanto empezó a explicar lo de las esporas