Desde los albores de la civilización, el hombre ha dominado el arte de vestirse. Adoptando diferentes formas y estilos de ropa a lo largo de la historia. Aunque nos resulte difícil concebir la vida sin la comodidad y funcionalidad de la vestimenta, es un debate de larga duración determinar en qué momento nuestros ancestros empezaron a vestir con regularidad. A continuación, nos sumergiremos en el viaje histórico del vestir humano.
La ropa más antigua descubierta por los arqueólogos.
Conocemos detalles fascinantes sobre la vestimenta en la antigüedad gracias a la evidencia arqueológica, aunque muchas de esas pruebas no resulta concluyentes. El ejemplo más antiguo de vestimenta humana hasta ahora se conoce como el “Vestido Tarkhan”. Un atuendo de lino con escote en V, que el egiptólogo Flinders Petrie encontró en una tumba de la Primera Dinastía en el antiguo cementerio egipcio de Tarkhan. Un análisis mediante radiocarbono reveló que el vestido se confeccionó entre 3482 y 3102 a.C.
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Resulta bastante probable que aún exista ropa de fechas anteriores a esta, pero aún no la hemos descubierto. Un factor que podría contribuir a esta ausencia de pruebas es que los materiales de los que se confeccionaba la ropa en aquel entonces, como la lana o el lino, son fibras biodegradables de origen animal y vegetal. Eso implicaba que no sobrevivían durante mucho tiempo. Irónicamente, el hecho de que el Vestido Tarkhan se encontrara en un clima “extremadamente seco” pudo contribuir a preservación, permitiendo su descubrimiento miles de años después.
En Çatalhöyük, un antiguo asentamiento neolítico en la actual Turquía, los arqueólogos hallaron fragmentos de textiles a base de plantas que se cree tienen alrededor de 8,500 años. Este hallazgo alienta la idea de que, en aquel momento histórico, los humanos ya fabricaban y usaban ropa. Un descubrimiento aún más asombroso tuvo lugar en la Caverna Dzudzuana, en Georgia, a una distancia de unos 1440 kilómetros de Çatalhöyük.
Allí, los investigadores encontraron fibras de lino salvaje, algunas de las cuales estaban torcidas y teñidas con pigmentos naturales. Un signo de su uso en el diseño de ropa. Lo asombroso de este hallazgo es que datan de hace unos 30,000 años, mucho antes que los fragmentos de tela de Çatalhöyük.
El rastro de los piojos.
Además, los científicos han explorado otros métodos poco convencionales para rastrear el origen de la vestimenta: el estudio de los piojos. Existen dos tipos de piojos que afectan a los humanos: el piojo de la cabeza, que vive y se alimenta del cuero cabelludo. Y el piojo del cuerpo, que vive en nuestras ropas y se alimenta de nuestro cuerpo. Los investigadores sugieren que la aparición del piojo del cuerpo puede indicar cuándo los humanos empezaron a usar ropa, dado que estos insectos se adaptaron para vivir en ella.
El análisis de ADN de estos dos tipos de piojos sugiere que el piojo del cuerpo pudo separarse del piojo de la cabeza hace entre 83,000 y 170,000 años. Si esta teoría es precisa, la historia de la vestimenta podría remontarse a este periodo. Es importante señalar que este cálculo es simplemente una estimación aproximada, ya que habría llevado un tiempo para que los piojos del cuerpo se adaptaran completamente a vivir en la ropa.
Por lo que es probable que las primeras prendas empezaran a usarse poco antes de este periodo. También hay pruebas que sugieren que los Neandertales pudieron haber utilizado pieles como cobertura, añadiendo otra capa de complejidad a nuestra comprensión de la historia de la vestimenta. Sin embargo, cuanto más nos adentramos en el pasado, es más difícil encontrar pruebas directas. Por lo que puede que nunca lleguemos a conocer la “verdad desnuda” sobre el momento exacto en que los humanos empezaron a vestir.