El holandés errante

El holandés errante (en inglés The Flying Dutchman) es un barco fantasma legendario, que estaría condenado a navegar hasta el final de los tiempos. Su aparición se considera augurio de una tragedia inminente para quienes lo ven. Existen muchos cuentos e historias diferentes sobre el holandés errante.

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Una de las primeras surgió en 1795, cuando el carterista irlandés George Barrington escribió su «Voyage to Botany Bay«. Según el libro, los marineros contaban una historia sobre un barco holandés que se perdió en el mar durante una terrible tempestad. Después, ese mismo barco hizo naufragar a otros navíos en una siniestra niebla. Este evento se atribuía al comportamiento del capitán Bernard Fokke, conocido por la “diabólica” velocidad de sus viajes desde Holanda a Java. Algunos dicen que Fokke recibía la ayuda del diablo.

Otra versión de la leyenda comienza mucho antes, en 1641, cuando un barco holandés naufragó cerca de la costa del Cabo de Buena Esperanza. El viaje a Extremo Oriente había sido exitoso, y el barco se encontraba en su camino de vuelta a Holanda. El capitán Van der Decken se encontraba satisfecho, y tan absorto en sus pensamientos que ni siquiera notó las nubes negras que se aproximaban.

Cuando escuchó el grito amedrentado del vigía se dio cuenta que había navegado en línea recta hacía una fuerte tempestad. Van der Decken y su tripulación lucharon durante horas para salir de la tormenta, pero de repente escucharon un estruendo: el barco había golpeado contra una roca y comenzó a hundirse. Mientras el barco se hundía, el capitán consciente de que la muerte estaba cerca, lanzó una maldición: “Voy a rodear este cabo, incluso si tengo que seguir viajando hasta el juicio final”.

Avistamientos del holandés errante.

Siempre que surge una tempestad en el Cabo de Buena Esperanza, se dice que no es bueno mirar al centro de la tormenta, por qué se verá al holandés errante. Y a quien llega a ver el barco le espera una muerte terrible. Pese a que muchos están de acuerdo en que el holandés errante no es más que una leyenda, el barco ha sido visto en diversas ocasiones, en el Cabo de Buena Esperanza y por testigos confiables. Aquí está una selección de los avistamientos más famosos:

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En 1823, el capitán Owen del HMS Leven, escribió dos avistamientos en la bitácora de abordo. En 1835, los marineros de un barco británico divisaron a un barco abordándolos en medio de una tempestad. Creyeron que colisionaría, pero la nave despareció de repente.

El mes de julio de 1881, el HMS Inconstant rodeaba la punta de África, cuando su tripulación fue confrontada por la imagen del holandés errante. El almirante, que después se convirtió en el rey Jorge V, informó que él y su tripulación, compuesta por doce hombres, habían divisado al holandés errante y lo describió de esta forma: “Sus mástiles, vergas y velas sobresalían nítidamente”. Poco tiempo después del avistamiento, uno de los vigías cayó accidentalmente de un mástil y murió “completamente destrozado”. Cuando llegaron a destino, el almirante contrajo una enfermedad que por poco le cuesta la vida.

En 1879, la tripulación del SS Pretoria divisó al holandés errante y en 1911 un ballenero casi colisiona con el barco fantasma antes de que desapareciera misteriosamente. Para 1923, algunos miembros de la marina británica divisaron al barco fantasma y ofrecieron documentación a la Sociedad para la Investigación Psíquica. En 1939, en plena Segunda Guerra Mundial, el almirante alemán Karl Doenitz y su tripulación vieron al holandés errante.

Incluso comunicó a Hitler que cancelaba el ataque a la ciudad egipcia de Suez pues la visión del barco fantasma era una señal de que fracasarían. En 1941, un grupo de personas en la playa de Glencairn divisaron al barco fantasma mientras desaparecía antes de colisionar con las rocas. En 1942, cuatro testigos vieron al navío en la Bahía de la Mesa y en 1959 el Magelhaen casi colisiona con el holandés errante.

 

Fata Morgana.

fata morgana

Pese a las abominables descripciones, la ciencia ofrece una explicación lógica para el mito: el holandés errante podría ser una Fata Morgana, un espejismo que se produce gracias a una inversión térmica, cuando el tiempo está calmo, el aire cálido reposa justo encima del denso y frío aire próximo a la superficie del océano. El aire entre estas dos regiones funciona como un lente de refracción, que produce una imagen invertida y distorsionada del objeto en posición vertical.

Incluso si el barco está más allá del horizonte, el espectador puede ver una imagen invertida y desenfocada del “barco espejismo” que puede parecer varias veces más grande a su tamaño real y bastante próximo al observador.

 

6 comentarios en “El holandés errante”

  1. Davy Jones es otra leyenda de los marineros, era el que que se llevaba a los ahogados a su cofre, pero no tenia nada que ver con el holandes errante

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