Por primera vez en la historia se localizó una muestra de tejido teñido con púrpura imperial que data de la época del rey David y el rey Salomón. El hallazgo se hizo posible gracias a una colaboración entre la Universidad de Tel Aviv y la Autoridad de Antigüedades de Israel. Los detalles sobre este milenario descubrimiento se publicaron en PlosOne.
Aunque los tejidos con este color se mencionan varias veces en la Biblia, nunca antes se habían localizado. Por eso, el hallazgo tomó por sorpresa a los científicos que trabajan en el Valle de Timna, al sur de Israel. “El rey Salomón encomendó la construcción de un carruaje personal con cedro del Líbano. Las columnas eran de plata, el respaldo de oro, el cielo púrpura y el interior enlosado de amor por las doncellas de Jerusalén”, puede leerse en el libro Cantar de los Cantares, capítulo tercero, versículos 9 y 10.
Tejido teñido de púrpura imperial.
La evidencia sugiere que, en el pasado, producían este pigmento púrpura a partir de tres especies de moluscos encontradas en el Mediterráneo, a unos 300 km de la zona donde se encontró el tejido. La obtención del pigmento requiere extraer una glándula del cuerpo de los moluscos y seguir un intrincado proceso químico de varios días.
Actualmente, muchos investigadores consideran que dos colorantes preciosos de la época, el púrpura (argaman) y el azul rey (tekhelet) se obtenían a partir de los mismos moluscos. Cuando exponían la sustancia a la luz solar obtenían el azul, pero sin esa exposición resultaba el púrpura. Ambos colores aparecen en múltiples textos antiguos y se le atribuyen significados simbólicos y religiosos hasta nuestros días.
“La vestimenta púrpura se asoció a la nobleza, los sacerdotes y, evidentemente, la realeza”, señala Naama Sukenik, líder del estudio. “Las bellas tonalidades púrpuras, el hecho de que no se desvaneciera y la dificultad para obtener el pigmento, encontrado en cantidades minúsculas en los moluscos, lo convirtieron en un tinte muy valorado, que llegaba a costar incluso más que el oro”.
La mayoría de los tejidos coloridos descubiertos en Timna fueron teñidos con colorantes vegetales accesibles y de fácil aplicación. En aquella época, emplear colorantes animales se consideraba un lujo. Además, fungía como un importante indicador del alto estatus social y económico del usuario.
Aparentemente, los investigadores también identificaron un método que consistía en teñir el tejido en dos partes. Hablamos de una técnica sofisticada que buscaba enriquecer el pigmento empleando dos especies de moluscos. “El escritor romano Plinio el Viejo describió esta tecnología en el año 1 d.C., especificando que el colorante obtenido era de alto prestigio”, señaló Sukenik.
El valle de Timna.
Durante la Edad de Hierro, Timna se convirtió en un centro de producción de cobre, un material que llegó a ser tan importante en la época como lo es hoy el petróleo. La fundición del metal requería de un conocimiento avanzado y “secreto”. Por eso, aquellos que lo poseían se consideraban especialistas de “alta tecnología”.
“Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que Timna albergó una elite, lo que evidencia una sociedad estratificada. Además, es evidente que mantenían relaciones comerciales con otros pueblos que vivían en zonas costeras, pues sólo así se explica la presencia de moluscos del Mediterráneo en este lugar”, señaló Ben-Yosef, coautor del artículo. “Sin embargo, hasta ahora no existe evidencia alguna de un asentamiento permanente en este territorio del reino de Edom”.
Tesoros de los nómadas.
En los albores de la Edad de Hierro, el reino de Edom estaba compuesto por grupos nómadas. Pese a esto, ya contaban con estructuras sociales complejas que probablemente son referidas en los textos bíblicos como reinos. Según Ben-Yosef, esto genera repercusiones a la hora de comprender como funcionaba Jerusalén en la época.
“Se sabe que la Tribus de Israel eran nómadas en principio, y que el proceso de colonización se dio gradualmente en un largo periodo. Los arqueólogos buscan el palacio del rey David. Sin embargo, es posible que el monarca no expresara su poder y riqueza en construcciones faraónicas, sino en objetos más adecuados a las costumbres nómadas, como los tejidos y artefactos”, advierte el experto.
En resumen, el estudio sugiere que las grandes edificaciones y fortalezas no eran imprescindibles en la existencia de una sociedad y gobierno complejos. “La investigación en Timna reveló que, aun sin estos edificios, existían reyes gobernando sociedades complejas, estableciendo alianzas, relaciones comerciales y librando guerras”, señala Ben-Yosef.
“La riqueza de los nómadas no se medía en palacios o monumentos hechos de piedra, sino en cosas menos valoradas en el mundo antiguo, como el cobre que producían en Timna o el pigmento púrpura que se comercializaba junto a sus fundiciones”.
Los descubrimientos arqueológicos, siempre son interesantes 👌