Coby, el gato de los ojos hermosos

Coby es un gato pelicorto inglés que hace poco apareció en Instagram y que ya ha conquistado un fandom de 300 mil seguidores que quedaron hipnotizados con sus ojos. Los ojos de este felino son tan intensos que en algunas imágenes se produce una vaga sensación de extrañeza, como si en realidad estuviéramos frente a un peluche.

Pero Coby es la prueba viviente de que las fallas genéticas en el mundo animal no siempre resultan en deformaciones o seres extraños. Su belleza podría pasarle factura, y aunque en realidad no haya información específica sobre este gato, se estima que un entre el 70 y 85% de los mininos con esa apariencia nacen sordos.

Según la información derivada de los estudios genéticos, la sordera congénita en gatos de ojos azules corresponde a la herencia autosómica dominante particularmente en un gen llamado W. Este gen en particular es potencialmente pleiotrópico, es decir, puede provocar más de un efecto en el organismo. En el caso de los gatos, el gen W porta la información del pelaje blanco, de los ojos azules y también de la sordera.

Por esta razón los gatos con esta apariencia suelen nacer con una grave degeneración en el sistema auditivo, específicamente en el oído interno, un padecimiento que es incurable e irreversible. También es preciso aclarar que los gatos de otros colores también pueden padecer sordera congénita, aunque las probabilidades sean mucho menores si los comparamos con los gatos que aquí referimos.

Como ya se están imaginando, en la naturaleza es muy poco probable encontrar felinos con estas características pues la sordera es una factor importantísimo en la selección natural, un factor que disminuye tanto las probabilidades de que el animal detecte a sus presas como a sus enemigos. Sin embargo, cuando hablamos de gatos domesticados, no es raro que tengan una vida relativamente larga.

Es importante que los dueños detecten a tiempo los defectos auditivos de sus mascotas, pues puede resultar peligroso ya que podrían ser atropellados al cruzar la calle o en otro tipo de accidentes provocados por su falta de audición. Esperemos que esto nunca suceda con Coby.