He Jiankui, el mismo científico chino que editó genéticamente a unas bebés gemelas, tenía planeado convertir el diseño de humanos en un negocio de turismo médico. Según lo divulgado en la revista Science, Jiankui se reunió con un grupo de socios y asesores para analizar la posibilidad de crear una compañía que manipulara genéticamente a los niños con el propósito de hacerlos más resistentes a diversas enfermedades, incluido el VIH y los padecimientos cardiovasculares.
La información sugiere que pretendía abrir el negocio en Tailandia o China, donde atraería a clientes pudientes de otras partes del mundo. Se reveló que desde hace un año tuvo varios encuentros con John Zhang, un exitoso médico chino-estadounidense cuya clínica de fertilidad es una de las más populares en los Estados Unidos.
Habrían discutido la posibilidad de asociarse para abrir una clínica en territorio chino. Según uno de los asesores, la verdadera intención de Jiankui era iniciar un negocio de “turismo médico genético”. Y si bien llegó a presentar bocetos de un plan comercial, se trataba de un proyecto mal estructurado.
Polémica por la edición genética de bebés con CRISPR y la desgracia de He Jiankui.
Independientemente de esto, toda la reputación de He Jiankui se vino abajo en noviembre de 2018 cuando anunció, sin reparo alguno, que había editado el ADN de unas gemelas empleando una técnica de ingeniería genética denominada CRISPR, con el objetivo de hacerlas inmunes al VIH que padecían los padres. La reacción del gobierno y la comunidad científica fue devastadora: además de perder su reputación, quedó bajo arresto domiciliario en China con posibilidad de enfrentar cargos criminales.
La noticia reavivó el debate sobre si la ingeniería de “línea germinal”, que busca alterar la herencia genética en embriones u óvulos, debía prohibirse completamente. Hace algunos días, el director de la Organización Mundial de la Salud calificó de “irresponsable” cualquier práctica orientada al diseño de seres humanos y señaló que “todos los países deberían prohibir las prácticas en esta área hasta que no se ejecute una revisión detallada de sus implicaciones”.
Por otro lado, una parte de la comunidad científica ve en la edición genética de bebés la oportunidad de depurar enfermedades hereditarias. Consideran que la práctica es inevitable y que, de ser necesario, las clínicas empezarían a ofrecer el servicio de forma clandestina.
El diseño de bebés.
Jiankui y su equipo estuvieron planeando, desde la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur en Shenzhen, editar el ADN de los primeros bebés mediante CRISPR a principios de 2018. El científico soñaba con llenarse de gloria ofreciendo al mundo un procedimiento científico mucho más revolucionario que la fertilización in vitro.
Desde el mes de abril empezó a informar a sus contactos que había tenido “éxito” con una mujer embarazada. Entre las personas que sabían de esto se encontraba Stephen Quake, una eminencia de la tecnología genética que trabaja para la Universidad de Stanford. Quake se defendió diciendo que no era más que un espectador dando un ligero aliento a su antiguo pupilo. Stanford realizó una investigación interna del actuar de Quake y determinó que no había motivo para culparlo.
Los contactos de He Jiankui.
Sin embargo, Stephen Quake patrocinó encuentros de Jiankui con sus contactos más importantes. En mayo de 2018, varias semanas después de enterarse que existía un feto modificado con CRISPR en desarrollo, el profesor Quake escribió un correo electrónico a Andy May, que por aquella época colaboraba en CZ Biohub y había encabezado la empresa Caribou Biosciences, especializada en la técnica CRISPR.
Según consta en el artículo publicado por el MIT Technology Review, Quake presentó a Jiankui como un antiguo alumno suyo que estaba de visita en la ciudad “con un proyecto de ingeniería genómica por demás interesante”. Le agendaron una reunión 48 horas después.
Andy May envió a un portavoz para desmentir los rumores, argumentando que la reunión de la que se hablaba en el correo electrónico hacía referencia a otro científico. También aseguró que no tenía conocimiento de que He Jiankui pretendía comercializar la edición del genoma.
Además, Quake organizó otra entrevista con un inversor que tenía interés en escuchar el plan de negocios. Se trataba de Steve Lombardi, quien anteriormente dirigió una compañía extinta fundada por el propio Quake llamada Helicos, y que intentaba reposicionaba en territorio chino bajo el nombre de Direct Genomics.
Un negocio de “turismo médico genético”.
“Lo contacté con tantas personas como me fue posible”, señaló Lombardi en una entrevista a Jon Cohen, el autor del artículo publicado en Science. También mencionó que la idea de He Jiankui era emprender una compañía de “turismo médico genético” con sede en China o Tailandia. Creía que, si era capaz de inmunizar a los bebés contra el VIH editando su ADN mediante CRISPR, podría hacer lo mismo para otras enfermedades.
El plan de negocios ideado por Jiankui empezó a materializarse una vez que conoció al médico especialista en fertilidad, Jhon Zhang. Este científico estuvo involucrado en la técnica de los “tres padres genéticos”, un procedimiento de fertilidad en el que se mueve ADN del óvulo de una mujer mayor al óvulo de una mujer más joven. Y como estaba prohibido en los Estados Unidos, Zhang lo desarrolló en Ucrania y México, pasando por alto todas las restricciones que, desde su punto de vista, eran una insensatez.
Se trataba de dos mentes brillantes, sin escrúpulos y dispuestas a correr grandes riesgos ante la promesa de convertir en negocio la ingeniería genética de bebés humanos. Zhang llegó a decir que “estamos avanzando hacia los bebés de diseño. Combinando la edición de genes y la transferencia nuclear, puedes hacer lo que quieras”.
El plan maestro.
En agosto de 2018, Zhang se habría reunido con Jiankui en Nueva York, supuestamente para hablar sobre la apertura de una clínica de fertilización in vitro en China. Después se habrían encontrado varias veces en territorio chino acompañados por personal del gobierno de Hainan, una provincia al sur del país que anhela convertirse en un destino para el turismo médico.
La conexión entre Zhang y Jiankui se hizo evidente el pasado mes de noviembre, después que el segundo patrocinara una encuesta en China sobre la opinión del público en torno a la edición genética de los bebés. Los resultados señalaban que 6 de cada 10 chinos estaban a favor de la práctica, siempre y cuando se utilizara para tratar enfermedades.
En un comunicado de prensa donde se hacía promoción de esta encuesta se incluyó una cita de apoyo proveniente de Zhang diciendo que “resultaba evidente a partir de la información recopilada que el público respaldaba la edición genética con fines médicos”.
Zhang le dijo a Science que, después de todo lo sucedido, había dejado de colaborar con He Jiankui y no había tratado con él desde el escandalo a finales de 2018.
Esto va a ser como el aborto o la cura de ciertas enfermedades, va a ser algo «prohibido» donde solo los millonarios en la clandestinidad podrán pagarlo, dejando fuera a quien no tenga recursos para pagarlo.
Si los niños les salen como les salen los autos, entonces prepárence para la invasion de mutantes de corta vida
Lo iniciaron fuera de tiempo, en unos años sera aceptado a nivel mundial (para quien pueda pagar), los humanos genéricamente alterados existen desde hace al menos 2 décadas.
Dependiendo de quien lo haga sera bueno o no tan bueno, mientras unos lo ocupan para evitar que sus hijos hereden sus males hereditarios otros lo usan con fines egoístas, lo que provoca el surgimiento de enfermedades devastadoras en esos humanos mejorados que para ellos son como un cáncer y pueden durar enfermos algunos años, pero para el resto son letales en las primeras horas.
Con el fin de evitar una ‘posible extinción’ de la especie el acceso a la modificación genomica se hace publica y de acceso casi gratuito. Cuatro décadas después y 84.79% de la población mundial muerta, la ‘evolución asistida’ nos favorece física y cognitivamente. Una época de grandes avances en todos las ciencias conocidas y nuevas nos impulsa a otros lugares del espacio y tiempo.
Todos los pronósticos para nuestra especie eran mas que favorables para los siglos venideros, empezaríamos a colonizar otros mundos en los siguientes años, pero nada es para siempre.
Un invento del siglo 21 cerca de la ex-ciudad de Ginebra en un continente abandonado que en su época se pensó que era seguro; no estimo las consecuencias a futuro y los físicos de aquella época no se percataron que habían creado un agujero negro del tamaño de una partícula subatómica que por años fue indetectable pero que creció desde su momento de creación y mientras las enfermedades de la era genomica dejaban vació el mundo y la atención de todos en esta problemática; con el paso de los años creció hasta ser inmanejable.
Una mañana del mes de noviembre nuestra especie despertó con tan solo unos días para evacuar nuestro planeta-hogar; pero había un problema, la deformación del espacio que provocaba el agujero negro impedía el correcto funcionamiento de la tecnología ‘tiempo-espacio’.
Algunas naves solo explotaban con decenas de personas en ellos, otras solo no funcionaban, mientras que algunas mas avanzadas podían calcular un salto a un punto del tiempo ya cruzado.
La humanidad nunca tuvo como destino colonizar otros mundos, tenían uno de los planetas mas diversos y mejor ubicados en muchas galaxias, solo debían cuidar de el y todos los seres que lo habitaban.
GATTACA…es Lo unico que voy a decir.
Lo mismo pensé en cuanto vi el titulo.