“¿Sabías qué…?” es el preámbulo a esa clase de información que nos permite conocer un poco más sobre nuestro mundo. A menudo, estas palabras anteceden a información reveladora que nunca hubiéramos imaginado. Si te gusta cultivar tu mente, estás en la sección indicada.
Entra a la regadera, cepíllate los dientes y NO te pongas el pijama. Ahora estás listo para una noche placentera de sueño. Cosmopolitan listó algunos motivos científicos que comprueban que dormir desnudo en bueno para ti. Parece broma, pero no lo es: dormir como dios te trajo al mundo es saludable e incluso te hace perder peso.
Hace unos días me preguntaba hasta qué punto el automóvil es útil en zonas atestadas de tráfico. Un recurso que supuestamente debería beneficiarnos, ha venido a convertirse en una pesadilla en las grandes ciudades. El típico habitante de la Ciudad de México termina invirtiendo un mes de su vida al año en el tránsito vehicular. Algunas ciudades ya se dieron cuenta que el automóvil no es la mejor opción para los grandes centros urbanos. Los automóviles contaminan el medio ambiente, causan accidentes, muertes y además se están convirtiendo en un medio de transporte lento y estresante.
Aparentemente, los humanos se vienen comiendo unos a otros desde hacer por los menos 800 mil años. Ante la frontera del hambre, miles de años atrás, muchos se justificaron con buenas razones. Y es que un ser humano adulto, en promedio, proporciona unos 30 kg de comida.
Posiblemente alguna vez te preguntaste qué sucedía con las balas cuando se hacen disparos al aire. Es hora de descubrir a dónde van a parar. Hacer disparos al aire es una práctica y tradición bastante común. En ocasiones, la acción sirve como una alerta, ya sea para hacer una advertencia o para comunicar que se está celebrando algo. ¿Pero, qué sucede con las balas después que son disparadas al aire?
La propia Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos asegura que al aire que respiramos al interior de nuestro hogar puede resultar hasta cinco veces más contaminado que el aire del exterior. ¿Cómo es posible?
En comparación con muchas otras especies, los seres humanos poseen genomas increíblemente semejantes. Sin embargo, las pequeñas variaciones en nuestros genes o ambientes pueden hacer que desarrollemos características que nos vuelven únicos. Estas diferencias pueden manifestarse de formas poco comunes, por ejemplo, a través del color de pelo, la altura o las características faciales pero, ocasionalmente, una persona o población desarrolla una característica que los diferencia claramente del resto de la raza humana.
