En Historia te reseñamos aquellos eventos que moldearon la actualidad. Dicen que “aquél que no conoce su historia está condenado a repetirla” y estamos de acuerdo. Sin embargo, la historia también es una herramienta imprescindible cuando intentamos comprender la situación actual de nuestra realidad.
Los romanos siempre han gozado de fama sobre la promiscuidad sexual, como lo llaman en la actualidad. Y una evidencia justificada viene desde el siglo I d.C, cuando presumiblemente circulaban estas fichas romanas a las que llamaban spintrias, los romanos de verdad que practicaban el amor libre en todas sus formas y manifestaciones.
La historia del fútbol mundial incluye miles de episodios y anécdotas emocionantes y conmovedoras, pero sin duda ninguna es tan ruin como esta de la que hablamos hoy, la historia de los jugadores que formaron parte del Dínamo FC en los años 40.
Estos valientes jugadores se arriesgaron a jugar un partido a sabiendas de que si ganaban serían asesinados y, sin embargo, decidieron ganar. En la muerte dieron una lección de coraje, dignidad, vida y honor. Pero para entender esta difícil decisión, es necesario saber cómo es que que llegaron a participar en este decisivo encuentro, y por qué un simple juego de fútbol se convirtió en el momento crucial de sus vidas.
Entre los anales de la historia es común encontrar casos curiosos relacionados con la muerte; basta recordar aquella compilación de muertes históricas y horripilantes para darse cuenta de que la muerte es algo más que el fin de una vida, y en ese mismo sentido podemos encontrar suicidios insólitos que marcaron las páginas de la historia debido al método utilizado por uno, o ambos, protagonistas.
Un video tributo al a excelente técnica de boxeo de Nicolino Locche. El sardo argentino era un maestro defensivo. Locche es considerado por muchos el más grande boxeador defensivo puro que alguna vez se calzó los guantes. Sus fintas, combinaciones, rolls, bloqueos y contra puñetazos hacían del hombre un boxeador temible y desesperante arriba del ring. Locche a menudo hacia parecer tontos a sus oponentes, que terminaban por frustrarse. Ya que era muy difícil conectarle un golpe certero.
Cuando Audie Murphy se alistó en la Marina en 1942 a la edad de 16 años, apenas tenía 1 metro y 60 centímetros de estatura y pesaba poco más de 60 kilogramos. Se rieron en su cara. A continuación tuvo la esperanza de entrar en la Fuerza Aérea, y también se rieron en su cara. Luego decidió alistarse en el ejército, y el ejército pensó que quizá podría utilizarlo como carne de cañón para absorber el poder del fuego enemigo, entonces decidieron admitirlo. El tipo no era particularmente bueno en eso, la verdad es que intentaron transferirlo a la cocina luego de que se desmayara a mitad de un entrenamiento. Pero Audie insistió en que quería pelear. Durante la invasión de Italia fue ascendido gracias a sus increíbles habilidades de tiro, y en ese mismo periodo contrajo la malaria, que tuvo durante casi toda la guerra. Es importante recordar este último detalle…
Durante los años de la Guerra Fría, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín, cualquier hecho puntual de los EE.UU. o la Unión Soviética era susceptible de malas interpretaciones que podrían terminar en un nuevo conflicto militar en el mundo y, al mismo tiempo, ambos estaban tratando de demostrar sus fortalezas uno al otro, como dos niños peleando por ver quien tenía el bulto más grande. El caso más absurdo y peligroso de estas demostraciones de estupidez fue el Proyecto A119, que planeaba detonar una bomba atómica en la Luna.