Instagram es el lugar ideal cuando se trata de jactarse de la riqueza. Así es que regularmente vemos noticias y fotografías del bon vivant Dan Bilzerian, pero lo que nos atiende hoy es la fortuna de uno de sus colegas más cercanos, Tony Toutouni.
Entre los individuos como entre las naciones, las cosas se ponen un poco más alegres cuando se escapa de los umbrales de la pobreza. Sí, es verdad, a medida que nos hacemos más ricos tendemos a ser más felices. Pero solo hasta cierto punto. A un determinado nivel de riqueza – cuando nuestras necesidades básicas están completas – las personas dejan de incrementar su felicidad. Es decir, el dinero hace la felicidad, pero no siempre.
El magnate mexicano Carlos Slim Helú es, actualmente, el ser humano más rico del mundo. Slim prácticamente es el Midas de los tiempos modernos: el hombre que logra rescatar empresas y emprendimientos decadentes para transformarlos en minas de oro – no literalmente, por supuesto, después de todo es un empresario de las telecomunicaciones, y no de la minería.
En un mundo donde apenas y se llega a fin de mes, el dinero es el amor y señor de la mayoría de los seres pensantes, sin importar raza, género o creencia religiosa. Pareciera que a lo único a que vinimos a este mundo es a ganar dinero para cumplir nuestros sueños, como comprar un artículo especial, algún mueble que nos proporcione más comodidad o hacer ese viaje que marcará nuestras vidas. Sea como fuere, para hacer casi todo se necesita dinero – es un hecho.
Hay características comunes entre las casas más costosas del mundo, por ejemplo: todas tienen proporciones verdaderamente extensas, como para para albergar cómodamente a varias familias. Y cuando no es así, es decir, cuando son “pequeñas”, tienen la peculiaridad de estar en zonas residenciales verdaderamente exclusivas.
Además, sus habitantes suelen ser magantes o jefes de estado cuya posición les permite hacer gastos verdaderamente exorbitantes cuando de comprar, construir o decorar su residencia se trata. Acompáñanos en esta lista de siete de las casas más costosas del mundo.
Si estás cansado de matarte trabajando para ganar un salario miserable que se termina mucho antes de fin de mes, entonces podría ser una buena idea empezar a considerar cambiar de aires. No sólo estamos hablando de un cambio de trabajo, sino también de un cambio de lugar. Y como la idea es mejorar los ingresos mensuales, que tal considerar los países en que se pagan los salarios mínimos más altos del mundo.
A continuación te presentamos a los cinco países con el mayor salario mínimo – ¡y justos! – en el planeta, seleccionados de un ranking publicado por el personal de The Richest. Así, abajo constan los importes anuales brutos – es decir, los valores previos a las deducciones fiscales – establecidos por ley, así como algunas peculiaridades salariales específicas de cada país. ¿Listo para llorar como puerca en el matadero compatriota mexicano?