Se conoce como “Casa de los Huesos” a una pequeña capilla con un cementerio adyacente en la aldea de Hallstattn, en Austria. El cementerio sirve como lugar de descanso eterno para muchos de los habitantes de la ciudad, pero según las lápidas, solo aquellos quienes han fallecido recientemente descansan en estas tierras.
Esta “novedad” del cementerio se entiende cuando se da un vistazo al interior del osario, donde decenas de filas de cráneos humanos maravillosamente decorados espían a los visitantes.
Sería imposible que el diminuto cementerio pudiera albergar las tumbas de todos los ciudadanos de Hallstatt muertos a través de cientos de años. Debido a la posición geográfica de este poblado, construido sobre una pequeña franja de tierra entre las montañas y al margen del lago Hallstätter, apenas hay espacio suficiente para algunos edificios y una ruta, por lo que resulta imposible mantener un cementerio grande.
Eventualmente, el cementerio no daba para más, así que con el objetivo de hacer espacio para nuevos cuerpos, los habitantes comenzaron a desenterrar los restos de los muertos más viejos. Los cráneos fueron blanqueados al sol y posteriormente pintados con diversos motivos como el nombre de la familia, flores, hojas o una cruz y el año del fallecimiento. Hileras de cráneos maravillosamente pintados espían a los visitantes desde órbitas huecas en este osario austriaco. La práctica tuvo sus inicios en 1970, y de los 1200 cráneos en Beinhaus, unos 610 tiene decoraciones con los estilos más variados, según el tiempo en que fueron exhumados.
Los huesos cuidadosamente decorados de los ancestros se convirtieron en trofeos memorables al paso del tiempo. Una belleza macabra y poco común que resulta tan familiar. En todo el mundo, cada cultura tiene su propia forma de homenajear a sus muertos. Sencillamente algunos demuestran ser un poco más artísticos que otros.
Belleza muy macabra, pero finalmente belleza
Me recuerda al sotano de la iglesia que sale en la pelicula de el demonio .
Recordé lo mismo :\