Los jinn (o djinn) son una clase de seres sobrenaturales hechos de «fuego humeante», tan arraigados en la cultura islámica que se mencionan en el Corán. Aunque en la literatura se pueden encontrar jinn de naturaleza benévola, como el genio de la lámpara que aparece en la historia de Aladino, a menudo se les representa como entes tramposos y malévolos, capaces de cambiar de forma.
Se trata de seres extremadamente poderosos con una tendencia al mal, especialmente después que muchos decidieran seguir el malvado liderazgo de Iblīs, uno de los jinn que pasó por alto las órdenes negándose a reverenciar la superioridad del primer hombre, Adán. Iblīs, el equivalente islámico del Satanás que conocemos en la cultura cristiana, fue respaldado por una horda demoníaca de jinn, prometiendo que llevaría a los humanos por el mal camino para provocar su caída.
Bahla, la ciudad donde habitan los jinn.
Se podría decir que esta promesa destructiva se está cumpliendo en una ciudad de Omán. Ubicada a las faldas de una enorme cadena montañosa, la ciudad de Bahla alberga una de las fortalezas más antiguas en la región. Desde esta fortaleza medieval los Banu Nebhan, el pueblo dominante de la zona, han gobernado los últimos 300 años. Supuestamente, debido a la importancia histórica de este punto como centro político, religioso y militar es que se ha convertido en epicentro de actividad demoníaca. La lógica es que los individuos poderosos atrajeron jinn poderosos.
En el lugar circulan historias sobre la frecuente aparición de espíritus imparables. La leyenda local afirma que el muro de 12 kilómetros que protege la fortaleza fue edificado en una sola noche por los jinn. Pero, no todos los encuentros resultan tan compasivos y provechosos para los humanos. Se susurra que los malvados jinn deambulan por la ciudad, atacando perros y humanos para alimentarse de su carne.
Lejos de figurar como creencias relegadas al pasado medieval de Bahla, actualmente los habitantes creen ampliamente en la existencia de los jinn en la ciudad. En 2018, un comerciante local de 76 años declaró durante una entrevista que “Bahla es muy distinta a otras ciudades en Omán”. El anciano aseguró que los jinn habitan árboles, rocas, montañas e incluso las sombras de la ciudad. Cuando el reportero le preguntó el porqué, respondió: “vigilan todo lo que pasa aquí”, en referencia a la importancia histórica de este lugar.
Cuando se indagan otras historias, irremediablemente encuentras informes mucho más siniestros sobre la acción de los jinn en Bahla.
Informes y relatos inquietantes.
Una familia llegó a relatar que solía despertar cada semana con un tenue gemido proveniente del exterior de la casa, y en cada ocasión encontraron peculiares montículos de arena y roca dispuestos directamente bajo la ventana de la habitación en que dormía su hijo.
En otro caso se describe la forma en que los jinn poseyeron el cuerpo de un hombre de 30 años. Durante varias noches, su hermano lo encontró “murmurando palabras sin sentido” frente a una pared. Y un exorcista de la zona asegura haber tratado más de 5 mil casos de personas que fueron poseídas por los jinn en el transcurso de las dos décadas que lleva en la profesión.
“Pretenden despojarnos de nuestras mentes y comunidades con argumentos, incredulidad y todo lo que esté a su disposición. Y todo el tiempo los jinn han estado aquí, esperando. Es el peso que debe cargar Bahla”, aseguró Harib al-Shukhaili, el exorcista.
Una de las historias más interesantes en torno a los jinn fue un incidente relatado por Muhammed al-Hinai, un hombre de Bahla que se graduó en la universidad más importante del país y trabajó en un puesto de alto nivel en una fábrica próxima. Asegura que un fuego espontáneo fue obra de los jinn. A comienzos de 2015, detrás de su residencia en Bahla, observó llamas verdes surgiendo de la arena que se extendieron por el suelo durante varios minutos. Mientras aquel extraño fuego ardía, el hombre aseguró escuchar unas escalofriantes carcajadas que hacían eco dentro de las llamas.
Se trató de un fuego espontáneo sin causa aparente, sucedió en una fría noche de invierno con un cielo totalmente despejado. El periodista que recogió la historia afirma que los dedos del hombre temblaban mientras recordaba aquella noche. Claramente estaba aterrado, y rápidamente invitó al periodista a pasar a la casa, lejos del lugar en que sucedió el siniestro evento, pues temía que el jinn volviera a atacar.
Estos acontecimientos aterradores se informan con una frecuencia inquietante en Bahla. Con tantos informes, pareciera que esta ciudad en medio del desierto es víctima de un ataque de fuerzas demoníacas.
Se trató de un fuego espontáneo sin causa aparente, sucedió en una fría noche de invierno con un cielo totalmente despejado… Esa descripción corresponde a oro enterrado o algún mineral, al salir a la superficie en las noches, se ve como fuego, o hace combustión pero es por eso y no por espiriuts, así, hay muchas historias en lugares donde aparecía fuego espontaneo y debajo había dinero, oro o joyería enterrada.
La gran pregunta es ¿Por qué este tipo de sucesos sólo pasan frente a quienes creen en ellos? ¿5 mil poseídos por djinn en un área específica y ninguno fuera de los países musulmanes?
Los que de vdd sufren son los alfareros de esa zona mas de 4000 años en el fino arte del barro y por tonterias de rumores pierden el sustento vital.