La depresión es una enfermedad seria que puede convertirse en un padecimiento terrible. Millones de personas alrededor del mundo sufren este mal, y la mayoría necesita tratamiento. Las causas de una depresión son diversas: puede surgir a causa de algún factor biológico o por cuestiones psicológicas.
La ansiedad también es otro padecimiento complicado, manifestado a través de síntomas psicológicos y físicos. Esta surge de la incertidumbre y es próxima al miedo. Muchas veces, los individuos la pasan realmente mal sin saber que pueden sufrir del trastorno de ansiedad. En cierta medida, la ansiedad es útil pues funciona como un mecanismo de defensa.
El miedo es un sentimiento que contribuye a la supervivencia humana en situaciones de peligro. Sin embargo, en exceso se vuelve perjudicial para la salud. Constantemente, la medicina busca tratamientos para solucionar estos problemas. Y en los últimos años, un ramo creciente de investigación con drogas ha revelado resultados interesantes.
Según diversas investigaciones, las experiencias con sustancias psicodélicas pueden resultar buenas o malas, aterradoras e incómodas. Sin embargo, el factor común es que producen mejoría en buen porcentaje de pacientes.
Por ahora, el esfuerzo se enfoca en detectar opciones más eficaces para el tratamiento y cura de problemas mentales. Y no hablamos solamente de hongos mágicos o LSD como herramientas para tratar condiciones como la depresión y la ansiedad. La ayahuasca, una bebida sagrada consumida por tribus del Amazonas, podría convertirse en parte de esos tratamientos revolucionarios por su contenido de DMT.
El estudio con ayahuasca.
En un artículo publicado el mes pasado en la revista Journal of Affective Disorders Reports se detallan las conclusiones. Los investigadores analizaron datos recopilados entre 12 mil consumidores de ayahuasca. Probablemente, estamos ante el mayor número de consumidores de ayahuasca examinados hasta la fecha. El estudio tenía como fin discernir si la sustancia propiciaba efectos antidepresivos y ansiolíticos.
Los investigadores obtuvieron los datos en el Global Ayahuasca Project, un levantamiento de datos en línea con personas de todo el mundo hecho entre 2017 y 2020. El 50% de todos los entrevistados eran brasileños, y es que en el país los rituales con ayahuasca son tradicionales desde hace varias décadas.
Los porcentajes.
Según el artículo, el 78% de los entrevistados que padecía depresión o ansiedad manifestó una mejoría en su condición. Hablando específicamente de los depresivos, 46% clasificó esa mejoría como “considerable”. Por otro lado, 32% reportó que sus problemas se “resolvieron por completo”.
Y se observan porcentajes similares en personas que padecen ansiedad. Entre aquellos que sufrían de esta condición, 54% informó que se encontraban “mucho mejor”, mientras el 16% se clasificó como curados. Esa tendencia se hacía más fuerte entre más se ingería la ayahuasca.
Además, los usuarios reportaron que las “revelaciones” experimentadas también resultaron directamente proporcionales a la ingesta. Pero, el informe advierte que la condición de algunos voluntarios sólo empeoró. El 3% de los depresivos y 4.5% de los ansiosos informaron peores síntomas tras varias sesiones con ayahuasca. Cabe mencionar que la mayoría de los entrevistados consumieron la sustancia psicodélica en contextos rituales o ceremoniales.
En conclusión, los resultados del estudio deben tomarse con cautela. Y es que resulta lógico que aquellos individuos que reportaron buenas experiencias en el consumo de ayahuasca posean cierta motivación para compartir sus experiencias. Esto conduciría a un sesgo estadístico. Es uno de los grandes problemas en esta clase de estudios no controlados. Pese a esto, es obvio que existe una relación entre el consumo de ayahuasca y la mejoría en casos de depresión y ansiedad.
Como anécdota personal, llegué a los 30 años con un historial crónico de depresión, varios intentos de suicidio, baja autoestima y muchos problemas emocionales, empecé a experimentar con drogas desde los 18 años pero el LSD me daba mucho miedo por las historias que de él se oyen, sin embargo, un amigo me insistió tanto en que lo probara y que me ayudaría que al fin lo hice, fue una experiencia espectacular e inenarrable, me llevó a conocer aspectos de mí que no conocía o reconocía, a revisitar mi vida y ver en qué estaba cag.ndola y, desde esa experiencia, ya no pienso en el suicidio, ya muy pocas veces me siento bajo de ánimo y he dejado por completo el consumo de drogas fuertes y alcohol, aún fumo marihuana pero, comparado a lo que estaba, creo que consideraría de igual manera, una mejora considerable aunque siempre hay que ser conscientes de lo que uno consume antes de hacerlo, sus efectos, las posibles situaciones positivas y negativas que pueden presentarse, etc., no nada más drogarse a lo p…