De forma paulatina, Australia instaura en todo el país una prohibición para la reproducción de perros y gatos con fines comerciales en un intento por terminar con las “fábricas” de crías destinadas a servir como mascotas.
En el estado de Victoria, donde se encuentra la importante ciudad de Melbourne, se aprobó la ley que prohíbe la crianza desmedida de cachorros para su comercialización. Se espera que entre en vigor a partir de julio y, en la práctica, además de poner fin a la reproducción comercial, tampoco permitirá la venta de estos animales en parques, ferias, sitios de Internet, clínicas veterinarias o cualquier otro establecimiento comercial.
A partir de abril de 2020, los criadores estarán autorizados para poseer un máximo de 50 hembras fértiles. Sin embargo, aquellos que posean más de 10 hembras deberán solicitar una aprobación ministerial y someterse a una serie de estrictas regulaciones. En las reformas se especifica que cualquier individuo que comercialice mascotas deberá incluir un número de origen donde compruebe el sitio de crianza del animal.
La l ey Oscar.
Esta ley, tan necesaria en muchos lugares del mundo, se vio inspirada por la historia de Oscar, un perro adoptado por la activista Debra Tranter, que fue rescatado en un pésimo estado físico y psicológico tras el período que se mantuvo en el mercado de la venta de animales y que, desde entonces, ha servido como símbolo de lucha contra este tipo de prácticas. Tranter fundó la Oscar’s Law (que dio nombre a esta ley), una organización sin fines de lucro dedicada a abolir las fábricas de animales domésticos en Australia.
“La prohibición terminará con este modelo de negocio y pondrá fin a la crueldad animal”, menciona Debra en una entrevista a The Guardian. Se espera que otros estados de Australia empiecen la aplicación de esta misma ley en un futuro próximo. Esta medida es la primera de su clase en Australia y contempla campañas de incentivos a los medios de adopción responsable.
Espero sea lo mismo en todo el mundo, aca donde vivo hay gente que cria cachorros de raza y que los tienen porque la gente paga mucho por ellos, luego, la perra ya vieja la sacrifican o la abandonan porque ya no les sirve y la pobre toda su vida reproductiva estuvo teniendo camadas y camadas de cachorros, pero lo mismo pasa en veterinarias que tienen cachorros y si no se venden ps se vuelven perros de la calle o son ahogados en la perrera porque ya grandes nadie los quiere, algo muy cruel, que la verdad debe terminar.
Es decir, que se trata de una ley para solucionar un problema que ellos mismos generaron.