Nunca es fácil mantener una relación, principalmente cuando las dudas comienzan a atormentar el pensamiento y nos llevan a un estado constante de paranoia, obstaculizando en muchos casos el desarrollo personal entre muchas otras cosas.
Una vez inmerso en una relación y cuando no se tiene la madurez, se vuelve un tanto difícil saber si esta va por buen camino, y muchos creen que el simple hecho de estar “juntos” es suficiente, pero hoy hablaremos de algunas nociones respecto a esto, dale un vistazo:
Alguien dijo alguna vez: “La persona correcta es la que está siempre a tu lado en los momentos de incertidumbre”. Pero, ¿estar siempre ahí será suficiente?
¿Cómo hago para saber si estoy en una buena relación?
Es una pregunta que se hacen muchas personas con más frecuencia de lo que se supone, pero habría que contrarréstala con otra pregunta, porque las respuestas a esta suelen ser mucho más específicas: ¿Qué crees que una buena relación deba ofrecer a las personas involucradas?
Y aunque la respuesta sea evidentemente subjetiva, en todas las relaciones de carácter amoroso, existen ciertos indicios claros de que las cosas no están yendo bien. Por tal razón, sería interesante darle un repaso a algunas señales que indican que una relación es “saludable”, y también a algunos consejos que podrían ayudarte a reorientar todo lo que está mal en tu relación.
1. No más juegos.
En ocasiones, solemos transformar la relación en algo más difícil de lo que debería ser. Las dificultades generalmente surgen cuando las conversaciones se transforman en mensajes de texto, los sentimientos pasan a ser algo subliminal, el sexo se vuelve un sacrificio, la palabra «amor» pierde el significado, la confianza desaparece a medida que la honestidad se desvanece, la inseguridad y la incertidumbre se vuelven un estilo de vida, los celos pasan a ser un hábito, ser herido parece algo de lo más normal y escapar es la única solución.
Es hora de dejar de huir, hacer frente a estos problemas, arreglar lo que está mal, comunicarse, valorar, perdonar y amar a quien lo merece. Y por supuesto, si sientes que alguien solo está jugando contigo, nada te cuesta hablar y poner fin a esto, porque si algo valioso tenemos en la vida es el tiempo, como para andar desperdiciándolo.
2. ¿Estamos en la misma frecuencia?
Si una mujer inicia una relación casual con un hombre y esta no le especifica que lo que busca es una relación seria, lo casual probablemente nunca se vuelva serio. Si le das a alguien la impresión de ser casual, o lo que sea, y todo está perfecto para ti, así se supone que será de ahora en adelante, es como un pacto en silencio. Lo que deseas conseguir al final es lo que tienes que seguir en línea recta desde un principio, siempre haciendo conciencia sobre lo que quieres. No andarse por las ramas. Si alguien se asusta y huye, porque tomaste una actitud honesta y estableciste los límites, entonces esta persona no hubiera sido beneficiosa de modo alguno.
3. La línea de comunicación es abierta, honesta y clara.
No se puede tener miedo de hablar de ciertos temas o de tener “esas conversaciones”. Es mejor conversar y descubrir la verdad, que continuar sin hablar e ir a ninguna parte. Di lo que tengas que decir. No esperes que esa persona que consideras importante sea capaz de leerte la mente, y sobre todo no te involucres en juegos emocionales. No digas verdades a medias y esperes que con eso pueda haber confianza, después de todo las medias verdades no son mucho mejores que las mentiras.
Escucha sin defender y habla sin ofender, esta es la clave. La comunicación no solamente es una parte importante de la relación, es su pilar principal. Las relaciones muchas veces no logran progresar debido a problemas de confianza, problemas de compromiso y, sobre todo, los problemas de comunicación. Así que se honesto y comunícate cuando se trate de algo fundamental.
4. Los actos refuerzan constantemente las palabras.
Procurar una relación no se traduce simplemente en decirle a la otra persona que la amas, expresar tal cosa no es más que una validación ritual de un supuesto sentimiento. Haz pequeñas cosas todos los días para mostrar que te importa.
Hablando en serio, puedes decir «lo siento» mil y una veces, o decir «Te amo» un millón de veces, o todo lo que quieras, pero si no actúas para demostrar que tales cosas son ciertas, en realidad no lo son. Si no lo puedes demostrar, entonces, tus palabras están huecas. Es así de simple. Y no hay una buena relación que no sea simultánea, ósea, congruente en ambos extremos.
5. Las expectativas de perfección están estrictamente prohibidas.
Cualquier relación real simplemente no será perfecta, pero si estás dispuesto a trabajar para volverla cada vez mejor, puede ser todo lo que siempre soñaste.
Tus mejores amigos y tú amor están lejos de ser perfectos, pero son una opción perfecta para ti. Dales la oportunidad de que te lo muestren. Cuando dejas de esperar que las personas funcionen según tus expectativas, sólo entonces puedes comenzar a disfrutarlas y apreciarlas como lo que son. Lo que necesitas tener en mente es que toda relación tiene sus problemas, pero lo que la vuelve perfecta al final es que no quieres estar en otro lugar, incluso cuando las cosas de ponen difíciles.
6. Honestidad, vulnerabilidad y la presencia son sagradas.
Aunque pueda parecer arriesgado, el tipo más fuerte de amor es el amor que te hace más vulnerable. Se trata de atreverse a mostrarse honestamente, de atreverse a ser abierto y de exponerse a largo plazo. Se trata de estar junto al otro en los bueno y malos momentos sí, pero en realidad se trata de estar ahí en presencia y espíritu, justo cuando más se necesita.
Pasa tiempo con la persona que amas. Permítanse experimentarse al máximo de forma autentica. Derrumba todos los muros emocionales que has construido en torno a ti mismo y siente todas las emociones, buenas y malas.
7. El crecimiento personal es celebrado y compartido.
No se trata de encontrar a alguien para perderse, sino de encontrar a alguien para encontrarse. Cuando haces conexión con alguien especial, sea un amigo o una amor, esa persona te ayuda a sacar lo mejor de ti mismo. De esta forma, ninguno conoce realmente lo mejor de sí, ambos crecerán y se volverán cada vez mejores a medida que pasen tiempo juntos y nutran el crecimiento uno el otro.
Cuando se piensa con el corazón sobre uno mismo y sobre la persona con la que se está, muchas veces topamos con la idea de quitar y tomar cosas del otro (consejos, respuestas, regalos materiales…) pero también se piensa en todas las formas en que se influyó en sus alegrías y tristezas, en la experiencia de cada uno en esa vida juntos a través de los buenos y malos momentos. Pero en el fondo, eso no importa, son sólo detalles y consecuencias de algo más grande… lo realmente importante es el hecho de que están ahí el uno para el otro, creciendo y aprendiendo como uno solo.
chi vieja wey! nomas me hace perder el tiempo wey!
No tengo ninguna de esas señales. Mañana mismo le digo a mi vieja que nos cambie a DISH.
tienes tu laik