La mayoría de los automóviles de nuestros días están fabricados para servir como un medio de transporte – y nada más. Sin embargo, hace algunos años las cosas no eran así: algunos automóviles pasaban por un proceso de producción digno de las obras de arte, ya sea que estuvieran destinados a las calles o a los circuitos.
Fue en esa época que alguien adquirió uno de esos autos y, por motivos cualesquiera – que van desde piezas rotas o simplemente para que formaran parte de una colección – abandonaron sus autos en un cobertizo y los dejaron allí durante varios años.
Décadas después, alguien terminó descubriendo estos automóviles – generalmente bajo una capa considerable de polvo y atacados por el óxido – con el objetivo de regresarles sus años de gloria y esplendor. En el argot de los estadounidenses entusiastas de los automóviles estas piezas se conocen como barn finds, los “descubiertos en el granero” – y algunos tienen historias muy interesantes.
6 – Un Ferrari enterrado.
Aunque no sea un barn find en el sentido estricto del término, la historia tras el descubrimiento de este Dino 246 GTS de 1974 es muy curiosa. En 1978, un grupo de niños cavaba un agujero en el patio de una residencia en Los Angeles, Estados Unidos, cuando toparon con algo: era el techo de un automóvil.
Llamaron a la policía y, con todo el cuidado del mundo, removieron la tierra alrededor del vehículo. Al final terminaron descubriendo que no se trataba de un automóvil cualquiera: era un Ferrari. Sin embargo, cómo (y por qué) fue a parar en ese hoyo era un gran misterio.
Tras décadas de preguntas e investigación, algunas personas descubrieron que el “entierro” del Ferrari, en diciembre de 1974, se hizo por petición de su antiguo dueño, un acaudalado hombre llamado Rosendo Cruz, para darle un golpe al seguro y quedarse con el dinero de la póliza. El automóvil era un regalo de Cruz para su mujer.
Cruz solicitó a dos hombres que arrojaran el automóvil en el mar pero, ante la belleza del Ferrari, los secuaces no pudieron hacer tal cosa. Así, resolvieron enterrarlo en el patio de una casa, quizá para ir por él después – algo que nunca hicieron. Como haya sido, Cruz logró su objetivo y se hizo con el dinero, afirmando que le habían robado el vehículo.
Tras ser desenterrado, en 1978, el Ferrari pasó por diversas restauraciones y actualmente puede verse dando vueltas en las calles de California durante los fines de semana.
5 – El regalo abandonado de Onassis.
Aristóteles Onassis fue un hombre asquerosamente rico – este sujeto tenía tanto dinero que decidió comprar un Lamborghini Miura S 1969 como regalo para un hombre llamado Stamatis Kokotas simplemente por qué lo apreciaba como artista, ya que se le conocía como el “Elvis griego”.
Sin embargo, el regalo no tuvo mucho efecto en Kokotas, que abandonó su Lamborghini desde 1972 en el estacionamiento de un hotel en Atenas, después de una falla en el motor. Y es que el intérprete – un ávido entusiasta de la velocidad, pues también era piloto de rally – rodó casi 100 mil kilómetros el deportivo, pero no quiso hacerse cargo de los gastos de reparación y decidió dejar el automóvil a merced del tiempo.
El (para entonces) clásico llamó la atención cuando los JJ.OO. estaban a punto de tener lugar en la ciudad griega y, en 2004, el hotel donde se encontraba tuvo que ser reconstruido. El Lamborghini Miura S fue subastado, pero los US$ 480 mil de la mejor puja no resultaron suficientes para alcanzar el precio de reserva del vehículo – que fue vendido tiempo después por un precio bastante cercano a la oferta inicial.
4 – El vencedor de las 24 horas de Le Mans abandonado en un granero.
En la década de 1960, la Ford ridiculizó a Europa cuando le arrebató el primer lugar al Ferrari en diversas competiciones tradicionales en la región, como en las 24 horas de Le Mans. Uno de los automóviles que se convirtió en un ícono de este suceso es el Shelby Cobra Daytona Coupé: solamente se construyeron seis de estos y todos estaban destinados a las competencias.
Tras dominar los circuitos europeos, los automóviles regresaron a los Estados Unidos y terminaron en manos de coleccionistas o en subastas realizadas por su creador, Carroll Shelby. Con el paso de los años, uno de los Cobra se dio por perdido, restando entonces apenas cinco unidades registradas y conocidas.
Sin embargo, en 2001, después que Donna O’Hara se suicidara al prenderse fuego, se hizo del conocimiento público que ella era la heredera del sexto ejemplar del Cobra Daytona Coupé, bautizado como CSX2287 – que fue vendido por el propio Shelby al padre de Donna, George Brand, por mil dólares en la década del 70, y se encontraba guardado al interior de un granero – un auténtico barn find.
Irónicamente, la trágica muerte de Donna resucitó al clásico americano, que hoy está valuado en más de 4 millones de dólares.
3 – Los autos que terminaron como juguetes.
Son dos historias muy parecidas: dos automóviles rarísimos que fueron adquiridos por un valor relativamente bajo, en mal estado y terminaron convertidos en juguetes para niños.
Uno de ellos es un Ferrari 250 GTO – que, además de ser rarísimo por naturaleza, es uno de los pocos ejemplares con el volante del lado derecho – que fue llevado a los Estados Unidos después de una temporada de competencias en Inglaterra, en la década del 70.
El clásico deportivo fue a parar a las manos de un residente de Texas tras ser vendido por US$ 6.5 mil en una subasta, y el nuevo dueño, en lugar de utilizar el automóvil, decidió dejar este rarísimo ejemplar al lado del tráiler donde vivía, sin ningún tipo de protección. Los niños que vivían cerca del lugar donde se encontraba el Ferrari solían utilizar el capó como una resbaladilla.
Pasó 14 años en completo abandono hasta que un coleccionista suizo adquirió el deportivo por más de 4 millones de dólares. Un ejemplar del 250 GTO se vendió el año pasado por 23 millones de libras esterlinas y en aquella época rompió el récord del auto más caro del mundo vendido en una subasta.
Otro auto que paso por una historia semejante fue el Delahaye Type 165 V-12 1939, diseñado por Giuseppe Figoni – un nombre que se atribuye a los diseños automovilísticos más elegantes entre las décadas de los 30 y 50. El ejemplar fue adquirido tras la guerra por un estadounidense.
El auto fue abandonado por un conductor de grúas y era utilizado por sus hijos como una especie de “fortaleza” durante las guerras de lodo que hacían los pequeños.
Tomó 10 años restaurar el Delahaye, ganando el premio del mejor auto en el glamoroso evento de exposición de automóviles Pebble Beach Concours D’Élégance, en 2011.
2 – El primer Batimóvil.
Antes del Lincoln Futura utilizada por Batman en 1966, otro carro se considera oficialmente el primer Batimóvil. Construido por Forrest Robinson en 1963, el Oldsmobile 88 fue completamente modificado empleando fibra de vidrio.
DC Comic empleó el auto de Robinson para promover una serie de productos que empleaban la “marca” de Batman, declarando ese modelo como el primer batimóvil oficial.
Sin embargo, con los otros modelos que aparecieron en la serie de televisión, el Oldsmobile terminó abandonado en 1968, al interior de un garaje, y así se mantuvo durante cuatro décadas, antes de ser restaurado. Recientemente se vendió en una subasta por 137 mil dólares – mucho menos que los US$ 4.2 millones de dólares que vale su sucesor que apareció en la televisión.
1 – El mayor descubrimiento de barn finds en la actualidad.
El gran tesoro está compuesto por nada menos que 60 automóviles rarísimos, intactos desde hace 50 años. La colección perteneció a Roger Baillon, un magante francés de la industria transportista en la década del 60. Baillon se hizo de mucho dinero produciendo camiones en el periodo posterior a la guerra – ¿y qué mejor forma de gastar dinero que adquiriendo autos rarísimos?
El empresario compraría más de 100 automóviles entre 1950 y 1960. Muchos de ellos, una vez adquiridos, fueron a parar a graneros y estacionamientos cubiertos esperando la organización de un museo planeado por Baillon – algo que nunca se concretó.
Durante la década del 70, la empresa del magnate francés pasó por algunas dificultades financieras y terminó obligando a Baillon a vender 50 autos de la colección, quedando tan solo 60 ejemplares en una propiedad rural de Francia, adquirida por el empresario precisamente con la finalidad de construir el museo.
Tras la muerte de Roger Baillon, la propiedad quedó abandonada durante mucho tiempo, hasta que volvió a ser noticia en 2014, cuando una familia que había comprado la granja decidió llamar a un grupo de valuadores de Artcurial – una famosa casa de subastas – para que verificaran los autos y revelaran al mundo una de las colecciones más sorprendentes jamás vistas.
Entre los modelos abandonados se encontró un ejemplar extremadamente raro del Ferrari 250 GT SWB California Spyder, vendido recientemente en una subasta por 16 millones de dólares. El detalle: el vehículo fue a subasta en el mismo estado en que se encontró, después de años pudriéndose bajo enormes pilas de revistas.
Ese mismo Ferrari perteneció a Alain Delon, un famoso actor francés de la década del 60. Otros autos de la Colección Baillon rompieron récords de valor en la subasta – que acumuló un total de US$ 28.5 millones. Varios de estos ejemplares son ediciones limitadísimas de carros terriblemente raros – como los Talbot-Lago T26 y algunos Bugattis de la década del 30, valuados en varios millones de dólares.
La próxima vez no olvides donde dejas tu auto, pues podrías estar abandonando una verdadera joya.
tengo un mercedes abandonado en la cochera del 1975
Excelente. Me entristesco demasiado, cuando observo estas joyas abandonadas. De verdad que los autos tenian su personalidad. Hoy en dia todos son iguales.
Gracias por tan excelentes fotos.
voy a guardar mi vocho
Tengo un gol 2011, talvez algun dia sea un auto raro… O algo asi jaja
En la Argentina hace un tiempo se conocio la historia de uno de los Torinos de Nürburgring, un vehículo con una enorme historia en el automóvilismo deportivo fue uno de los ters autos que corrieron las 84 horas de Nürburgring en 1969 sorprendiendo al mundo por que era un auto 100% Argentino y supero a muchas de las grandes marcas, estos autos estuvierorn a cargo de la dirección técnica de Juan Manuel Fangio este pieza se creia perdido hasta que aparecio pudriendose en un campo, Lo curioso es que cada vez que aparecia un auto que podía ser este se llevaba a un viejo ingeniero de Torino a que lo reconociera, fueron tantas las frustraciones que este hombre ya no quería saber nada con los Torinos, hasta que pudieron convencerlo y finalmente dieron con el original.
chido post sobre el batimovil numero 2 de la serie de tv de batman uno estaba perdido y aparecio en argentina, en un deshuesadero alguien lo reconocio y compro para restaurar y hoy vale millones
Tengo abandonado mi Renault 12 del año 1972, creo que ya vale 1300 pesos si lo vendo como fierro viejo.
Excelente post y el Miura si mal no me equivoco fue el primer auto de Lambo, ya que hasta ese momento eran fabricantes de tractores. Buen día Marcianos.