6 cosas muy simples que muchas personas no pueden hacer

Saltar desde un cañón, hace mortales hacía atrás en una pista abarrotada de personas o engullir espadas son el tipo de talentos que considero totalmente impresionantes. Pero, a menos que quieras seguir una carrera como animador de fiestas, estas cosas no resultan precisamente útiles.

Sin embargo, hay ciertas habilidades que son importantes para casi todos los seres humanos. Y si no eres capaz de ejecutar las seis de esta lista, quizá sería interesante considerar la posibilidad de aprenderlas. Después de todo, realmente no existe ninguna disculpa para no saber hacer cosas como…

1 – Nadar

Aunque no esté entre tus planes competir en los 100 metros estilo mariposa en los próximos JJ.OO, es necesario que sepas nadar. Tu vida o la de otra persona pueden depender de esto cuando menos te lo esperas.

Los seres humanos nacen con un reflejo de nado presente en los mamíferos (quizá ya has visto en Internet los hermosos videos de bebés nadando), lo que aumenta nuestras posibilidades de supervivencia durante un inmersión por accidente. Sin embargo, los estudios indican que nuestra respuesta natural al nado solo dura hasta que llegamos en torno a los seis meses de edad. Después, nuestras habilidades con el agua necesitan ser desarrolladas. Y es aquí donde entran las lecciones de natación.

Alguna vez la natación se privilegió como una competencia que se instruía en las escuelas – y en ocasiones de una forma realistamente cruel. Las personas eran tiradas en una piscina, lo que simulaba un naufragio, y luchaban hasta que salían a la superficie. Aunque seguramente existen formas más seguras de aprender a nadar, todavía es una habilidad de suma importancia y digna de aprender.

Resulta sorprendente descubrir alguien llegó hasta su vida adulta sin la capacidad de nadar, ni siquiera con el tradicional estilo “de perrito”, pero en realidad esto es más común de lo que se cree.

Una de cada cinco personas adultas no sabe nadar, y casi la mitad de la población adulta en los Estados Unidos no logra nadar bien o lo suficiente como para salvar su propio pellejo.

Para muchos no nadadores, el gran problema no es su capacidad para coordinar los movimientos, sino el miedo al agua. Pero si crees que basta con evitar las piscinas, lagos y reality shows a base de agua, lo mejor es pensarlo dos veces. No por nada este lugar se llama el “Planeta Azul”.

2 – Estacionarse

Los automóviles sin conductores poco a poco se están convirtiendo en una realidad, pero hasta que lleguen al mercado, la mejor idea es que desarrolles las capacidades para estacionar que necesita cualquier automovilista – sin que te sude el bigote, sin los regaños de 10 generaciones de tu familia y sin renunciar a cualquier espacio disponible.

Por qué aunque seas una gran adepto a los estacionamientos con valet parking, una cosa es cierta: eventualmente te enfrentaras al desafió de una fila de automóviles con un lugar vacío.

No hay nada más frustrante que quedarse atascado detrás de un conductor que está bloqueando la circulación mientras a duras penas intenta encajar su automóvil en un espacio donde caben dos. Quién nunca tuvo el deseo de ofrecerse para hacer esta tarea a otro conductor que arroje la primera piedra.

La buena noticia es que no es tan difícil como parece. Una fila es pura geometría simple y paciencia antes que cualquier otra cosa. El problema está en que la gente entra en pánico con el bombardeo incesante de bocinazos detrás. Puedes encontrar las instrucciones paso a paso (con ilustraciones y todo) en este artículo que publicamos en Marcianos sobre cómo estacionarse, pero las principales cosas a recordar son:

1. Detente en paralelo al auto frente al espacio que deseas ocupar y has coincidir tu asiento trasero con su parachoques trasero.
2. Gira todo el volante hacia el lado donde quieras estacionarte.
3. Cuando formes un ángulo de uno 45º y tus luces traseras se alineen con las delanteras del coche que está atrás es hora de girar el volante hacia el lado contrario.
4. Y no entres en pánico.

Estacionar en fila es como quitar un vendaje que se ha pegado a los vellos del cuerpo. Es algo que tendrás que hacer tarde o temprano, así que más vale ir perdiendo el miedo de una vez.

3 – Buscar en Google

Créelo. Muchas personas desconocen exactamente lo que esta herramienta es capaz de hacer. Y vamos avisando: usar este motor de búsqueda como un corrector ortográfico ni siquiera se acercar a saber utilizarlo.

Aprender a utilizar Google de la forma correcta no sólo te hará economizar tiempo, sino que también resulta beneficioso para el medio ambiente. De verdad.

El número de búsquedas que realizas a diario, de hecho, contribuye con la cantidad que gastas de carbono. Google estima que el impacto mensual en el medio ambiente de un usuario promedio equivale a conducir un automóvil una distancia de 1.6 km. Para llegar a dicha estimación, ellos consideraron a un usuario típico con una cuenta de Gmail, que realiza unas 25 búsquedas y que ve aproximadamente 60 minutos de YouTube a diario.

Uno de los errores más comunes que todos comenten cuando están buscando es perder la simplicidad. Guarda tus geniales reflexiones para tu diario y evita escribir cualquier cantidad de información irrelevante y sin sentido en la caja de búsqueda.

Google realmente no necesita de tanto detalles. Lo que más le interesa son las palabras clave.

También debes familiarizarte con la puntuación, los símbolos y los atajos que Google reconoce para hacer que cada búsqueda sea más eficaz. Si realmente quieres convertirte en un buscador ninja, Google ofrece un curso gratuito totalmente recomendable (en inglés, desgraciadamente).

Después de todo, sin importar lo que estés buscando, cuando más rápido puedas recabar información precisa, mejor para ti.

4 – Andar en bicicleta

Cuando llegue el apocalipsis, realmente serás una de las personas más felices si sabes andar en bicicleta. ¿Por qué? Bueno, todas las calles van a estar abarrotadas de automóviles y la forma más rápida de escapar de las hordas de zombis será pedaleando.

Aunque parezca una especie de fase universal – comienzas con un triciclo, después elevas la categoría a una bicicleta con llantitas, le quitas las llantita y después te sientes imparable – hay muchos seres humanos que de alguna forma ignoran estas etapas.

Recomendaciones para aprender a pedalear de una vez por todas: enróllate en varios centímetros de plástico y déjate llevar. Después me lo agradecerás.

Los niños son un poco más resistentes a las equivocaciones, pero como un adulto, tienes muchas más opciones de aprendizaje disponibles. Las bicicletas actualmente están disponibles a precios muy accesibles y en las grandes ciudades es posible rentarlas por periodos determinados de tiempo, muchos de estos establecimientos también ofrecen clases de aprendizaje. Y si te da pena hacer el ridículo frente a un montón de extraños, entonces pídele una bicicleta a un amigo y práctica. Antes de que te des cuenta, estarás pedaleando como los mejores.

5 – Conducir con trasmisión manual

Este es de la serie “problemas del primer mundo”. Aún no es tan común en México, pero la tendencia es que, de aquí a algunos años, así como en los países más ricos, las personas simplemente no sabrán como conducir con trasmisión manual.

Aunque la mayoría de los europeos aun aprendan a conducir en automóviles de trasmisión manual, teniendo que pisar clutch y todo, el concepto es tan extraño para algunos norteamericanos que mucho de ellos no saben qué demonios hacer con una trasmisión no automática. Lo que es un problema, ya que aprender a manejar en estas condiciones es ventajoso por varias razones. El cambio manual te hace un mejor piloto.

Cuando aprendes a poner y coordinar las marchas cambiando según la velocidad del automóvil, tienes una mejor compresión que cómo funcional en realidad el vehículo. Esto contribuye a instruir conductores más alertas y con más atención en la carretera.

6 – Salir de una conversación de forma inteligente

Quedar atrapado en una conversación en la que pasó mucho más tiempo del considerado como soportable es una de las experiencias más desagradables (y comunes) de la vida. Por eso es que salir de esta situación de forma inteligente es como una especie de bendición en la interacción social.

Digo esto porqué dejar a la otra persona hablando sola de forma abrupta puede hacer que se sienta menospreciada. Y aunque a mucha gente le importe un comino, no es nada agradable provocar ese sentimiento en otros. Pero dejar que las cosas fluyan también puede provocar una avalancha de desesperación. El punto álgido de esta habilidad, por consecuencia, es encontrar un término medio.

Está perfecto que no exista una única solución ideal para todos los casos, pero algunas cosas siempre pueden ayudarte para ignorar con elegancia, sin importar las circunstancias. Y estas se resumen en: sé proactivo, sé educado y se practicó.

Proactividad: no dejes tu destino social en manos de otra persona, o te quedarás allí escuchando horas y horas de cómo la bolsa que se acaba de comprar es una de las siete maravillas del… Zzzzzz.

Practicidad: si quieres abandonar una conversación, comienza a enviar señales físicas de que estás a punto de huir. Y no, esto no significa suspirar, o mirar alrededor de todo el lugar, o simplemente escupir sobre la persona una mirada de disgusto.

Educación: aunque estés aburrido al punto de casi llorar y ni siquiera pongas atención en lo que la persona está hablando, aún puedes agradecerle por compartir su punto de vista. Y no es tan difícil, es más un asunto de entrenamiento.

Haz esto con bastante frecuencia, para que una salida elegante se convierta en una parte de ti. Y creo que no es necesario decir que participar en conversaciones se vuelve mucho más fácil cuando se tiene la seguridad de que se puede salir de ellas cuando se desee.

En caso contrario, te estás condenado a ti mismo a una vida de silencios educados mientras aprendes y te enteras de un montón de cosas que realmente ni te interesan. cracked

Yo confieso que aunque aprendí a manejar en estándar nunca he perfeccionado mis habilidades. ¿A ti que te hace falta aprender?