5 personas misteriosas protagonistas de historias perturbadoras

Por loco que parezca, en la historia hay personas que desempeñaron un papel trascendental pero que nunca fueron identificadas por nadie. Se trata de personalidades muy mencionadas, pero jamás vistas. ¿Curioso por saber quiénes son?

1. Raoul: el hombre que asesinó a Martin Luther King.

Martin Luther King es uno de los nombres más importantes en la historia de los Estados Unidos y de la civilización moderna. El 4 de abril de 1968, este hombre icono a nivel mundial fue alcanzado por un disparo mientras pasaba frente a un hotel en Memphis.

Dos meses después de la tragedia, James Earl Ray fue capturado y anunciado como el autor del disparo. Pero Ray (en la foto superior) siempre dijo que la mente maestra detrás de todo esto era un hombre llamado Raoul.

Este tal Raoul supuestamente contrató a Ray para llevar a cabo una serie de crímenes e incluso para comprar un rifle. Ese mismo rifle habría sido utilizado para cometer el asesinato de King y arrojar toda la culpa del hecho sobre Ray. Pese a toda la evidencia en su contra, el acusado sostuvo su versión de que él entregó el rifle a Raoul el día 3 de abril y que se encontraba en otro lugar al momento del crimen. Hasta la fecha hay conspiranoicos que afirman que Raoul fue el verdadero asesino, pero la teoría más aceptada es que este personaje fue una invención del propio Ray en un intento por salvar el pellejo.

2. Lori Erica Kennedy: un pasado perturbador.

En el año 2004, un hombre de Texas contrajo matrimonio con Lori Erica Kennedy, con la que tuvo un hijo cuatro años después. Durante todo este tiempo, ella nunca quiso responder nada sobre su vida pasada antes de conocer al marido, situación que ocasionaba constantes fricciones entre la pareja –que se mantuvieron hasta el divorcio, en 2010. En la velada de navidad de aquel año, la mujer no soportó la presión de la situación y se suicidó.

Después de su muerte, el exesposo de Lori encontró una caja secreta con varios documentos personales de su exmujer. Estos documentos probaban que ella no se llamaba Lori hasta 1988, año en que logró cambiarse el nombre. El detalle es que ella se cambió el nombre utilizando los documentos de otra persona: Becky Sue Turner, que había muerto a los dos años de edad, en 1971.

Es decir: Lori Erica Kennedy nunca fue su nombre de nacimiento. De la misma forma que Becky Sue Turner tampoco lo fue. Lo que hizo o de dónde vino es algo que quizá nadie jamás sabrá.

3. ¿Scott McKinley o Paul Fronczak?

El día 2 de julio de 1965, un bebé fue encontrado abandonado en Nueva Jersey, Estados Unidos y tras las investigaciones, la policía no logró encontrar ninguna pista que comprobara de donde había venido. Fue llevado a un hogar temporal y fue bautizado como Scott McKinley, pero luego, su historia se cruzó con otra igual de trágica: la de Paul Fronczak. Un año antes, Fronczak había sido raptado por una enfermera (o una impostora, nunca se supo) en Chicago.

Incluso después de que el resultado del examen de ADN fuera poco concluyente – las pruebas de ADN en la época no eran una realidad todavia–, los padres del Paul asumieron que el pequeño McKinley era el hijo que habían perdido y lo adoptaron, dándole el nombre que habían deseado desde un principio: Paul. En 2012, él se decidió a hacerse una prueba de ADN y descubrió que no existe una conexión biológica entre él y sus padres. Por lo tanto, hasta la fecha no se conoce el origen de él ni el paradero del verdadero hijo de los Fronczak.

4. Los asesinos de Londres.

En 1888, la ciudad de Londres fue aterrorizada por una serie de crímenes que infundieron un profundo temor en las mujeres. Un asesino en serie apodado “Jack, el destripador” fue responsable por la muerte de cuando menos cinco mujeres. Muchos hombres de la época fueron tomados como sospechosos – algunas teorías incluían al escritor Lewis Carroll y al médico de la reina: William Gull.

Sin embargo, ninguno de los sospechosos fue acusado por los crímenes debido a la falta de evidencia. De esta forma, hasta la fecha se ignora la verdadera identidad de Jack. En esa misma época, un grupo de asesinos seriales surgieron en la ciudad de Londres, con los más diversos modus operandi. La gran mayoría de los casos se quedó sin solución.

5. George Brody.

Anna Waters (foto inferior) tenía apenas cinco años de edad cuando fue raptada en California, en 1973. Nunca se encontró pista alguna, pero la historia es mucho peor de lo que estás imaginando. Poco tiempo antes, el padre de la niña (George Waters) se hizo amigo de un hombre llamado George Brody. En exceso manipulador, Brody controlaba la vida de Waters – que en esa misma época había sido diagnosticado con esquizofrenia paranoide.

Sus juntas con Brody lo llevaron a divorciarse de la madre de Anna. Sería poco tiempo después de la separación que la niña fue secuestrada de la casa en la que vivía con su madre. La única información que la policía tenía era el informe de una testigo que vio a dos hombres pasando por el área con un pequeño camión. Nunca se encontró evidencia de que se trataba de Brody y Waters ni de que ellos hayan secuestrado a Anna.

En 1981, Brody murió de cáncer y dos semanas después Waters se suicidó ingiriendo cianuro. Antes de atentar contra su propia vida, Waters incineró prácticamente todos los documentos de ambos, dejando nada más que un misterio sobre la influencia de Bordy en la historia. Hasta la fecha no se sabe si Brody realmente tenía ese nombre. La búsqueda de Anna aún se mantiene.

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