5 formas sorprendentes que los animales tienen de contralar su cuerpo

¿Si tuvieras la habilidad de cualquier otra especie animal, cuál sería? ¿La más obvia, como respirar bajo el agua? No te precipites con la decisión. A continuación te presentaremos algunas funciones corporales menos conocidas, pero totalmente increíbles, que los animales poseen (y que sería terriblemente genial tener también).

hulk

 

Las ranas que pueden congelarse totalmente y volver a la normalidad.

Durante todo el otoño, los animales saludables se alejan de las zonas más frías donde viven y se dirigen a lugares más cálidos, con el fin de no congelarse hasta morir (o ser destripados por el Hombre de las Nieves) con la llegada del invierno. Menos la rana de la madera (Lithobates sylvaticus), que no le importa ni un comino la llegada del invierno, toda vez que no espera para ser congelada: simplemente se congela. Y, cuando se descongela, meses después, simplemente sale brincando y vuelve a sus asuntos de rana.

rana de la madera

¿Cómo logra esto? No se trata de ralentizar el metabolismo y echarse una larga siesta, como hacen los perezosos. Las ranas de la madera realmente actúan como si estuvieran muertas, no mostrando ninguna actividad cerebral durante ese lapso. Literalmente se trata de criogenia – cuando la primavera llega, se descongelan lentamente, y salen prácticamente iguales a cómo eran meses antes.

Los seres humanos no podemos llevar este proceso a cabo debido a que nuestras células vivas sufren daños cuando el agua dentro de ellas se congela. ¿Entonces, cómo hacen las ranas? Cuando sienten que el invierno está a punto de llegar, sus hígados incrementan la producción de azúcar, que es inmediatamente bombeada a las células, en lugar del agua. Dado que el azúcar no pierde su forma cuando se congela, las células sufren exactamente cero daños. Si te estás preguntando que sucede con toda el agua extra que sale de las células de las ranas cuando entra el azúcar, los científicos se preguntaron lo mismo. Así, sacrificaron a uno de estos increíbles animales y lo disecaron para descubrir que tenía un depósito de agua bajo su piel, como una especie de armadura o traje de hielo.

 

Los pepinos de mar que puede hacerse líquidos.

La mayoría de las personas probablemente cree que el pepino de mar es la cosa más aburrida del reino animal. Se le conoce por simplemente sentarse en el fondo del océano con su apariencia de excremento y, además, por tener una habilidad asquerosa que lo hace expulsar sus tripas cuando es atacado, para después regenerar todas las partes de su cuerpo que vomitó. Es verdad que, si un ser humano pudiera hacer eso, la habilidad se consideraría una especie de súper poder, pero nadie en el mundo le daría a ese tipo su propia franquicia de películas.

Lo que la mayoría de las personas desconoce es que el pepino de mar tiene otra habilidad increíble. Puede hacer otra cosa que es genial, y que ningún otro ser vivo en el mundo puede: es capaz de transformarse en un líquido.

El pepino de mar, mediante “control neurológico”, literalmente transforma sus tejidos sólidos en líquidos y, a continuación, vuelve a su estado sólido, simplemente por diversión. Es gracias a unas fibras de colágeno especiales en sus tejidos que los pepinos de mar pueden “licuarse” a voluntad, permitiéndoles, literalmente, pasar sus cuerpos por espacios reducidos y solidificarse nuevamente para ocultarse de depredadores.

Los científicos creen que, una vez que descubran los secretos de cómo los pepinos realmente hacen esto, serán capaces de reproducir el efecto en el laboratorio. ¿Acaso esta tecnología nos permitirá algún día licuar nuestros cuerpos, como lo hacía el T-1000 de Terminator 2, para que podamos deslizarnos sobre rejas y otras cosas del tipo?

 

Los calamares que tienen luces integradas.

Sería bastante práctico tener una serie de luces integradas en el cuerpo, que las personas pudieran encender y apagar cuando fuera necesario, para poder ver un camino en la oscuridad, ¿cierto? Las sepiolidas hawaianas (Euprymna scolopes) poseen estas luces, y funcionan de una forma increíble.

calamar awaiano

Como debes saber, muchas criaturas en el fondo del mar tienen bioluminiscencia natural – un brillo producto de una reacción química. La sepiolida hawaiana no tiene esa capacidad. En lugar de eso, forma una relación con una bacteria que la tiene, la llamada Vibrio fischeri. Estos calamares sirven de huéspedes a las colonias de estas criaturas luminosas y realmente pueden controlarlas, literalmente usando su bioluminiscencia como una par de faros.

Si te estás preguntando por qué un animal tan pequeño que vive en el fondo del mar tendría la intención de brillar y delatar su presencia a los depredadores – lo que sería algo muy idiota –, tu problema es que estás pensando con la lógica de la tierra, donde la oscuridad es escaza.

En el mar, la oscuridad es la norma. Si eres un pequeño calamar, depredadores y presas logran detectarte al nadar debajo de ti y viendo hacia arriba: eso permite que distingan una silueta contra la luz filtrada de la superficie a la distancia.

¿Entonces cómo esconder esa silueta? Integras un par de faros naturales en tu cuerpo y los ajustas con precisión maestra para cancelar tu propia sombra, haciéndote prácticamente invisible.

 

Las gallinas que eyectan el semen de gallos inferiores.

Imagina las cosas que podríamos ir haciendo por allí si tuviéramos un súper control de la natalidad. Algo totalmente inútil en los animales, ¿verdad? Después de todo, ellos ni tienen que preocuparse por la planeación familiar ni por las bocas que hay que alimentar; su supervivencia depende de intentar reproducirse tan rápidamente como les sea posible antes de que sus depredadores los coman.

mama gallina

Pero la falta de control de natalidad puede ser un problema para algunas especies, como las gallinas. Estos animales cuentan con una jerarquía, en la que apenas los mejores gallos deberían reproducirse. Pero cuando todos quedan encerrados en un pequeño espacio, al calor de una orgia loca, puede resultar complicado decir cuál es el gallo indicado (no pediremos disculpas por haber provocado esa imagen mental, la ciencia no es para los débiles).

Sin embargo, en medio de la tempestad frenética de plumas volando por todas partes, las gallinas cuentan con un plan B – pueden eyectar el esperma de pretendientes no deseados para no concebir hijos de esos perdedores.

¿Cómo descubrieron eso los científicos? Hicieron uno de los experimentos más extraños en los que se han involucrado las gallinas: alinearon varios gallos según su estatus en el gallinero y cuidadosamente registraron cuánto esperma eyectaban las gallinas después de haber sido pisadas por uno de ellos.

Desafortunadamente para los machos menos dominantes, los resultados confirmaron que las gallinas eyectan el semen de esos animales más abajo en la escala social, independientemente del orden en que fueron presentados a las hembras. Conclusión: las gallinas son muy expertas. Puedes entender eso último como mejor te dé la gana.

 

Los gatos ronronean para sanarse y pueden sobrevivir a alturas absurdas.

Hay una razón para que se diga que los gatos tienen nueve (o siete) vidas. Por ejemplo, los científicos creen que, el simple acto del ronroneo, ayuda a que sus cuerpos sanen más rápidamente. Es como si Wolverine fuera real en esos pequeños animales peludos.

gato

Los investigadores notaron que los gatos no solo ronronean cuando están felices, sino también cuando están asustados o después de que una persona los golpea. Entonces, hicieron un experimento y descubrieron que el ronroneo de un gato tiene una frecuencia promedio de entre 25 y 150 Hertz. Aparentemente, las frecuencias de sonido en esta franja promueven la densidad ósea, la cura y el alivio del dolor. Y esto no aplica solo a los gatos – el sonido de un ronroneo felino también puede ayudar a curar a otros animales en las cercanías, incluidos seres humanos.

Como si no fuera suficiente, la naturaleza también construyó a los gatos de forma que son prácticamente inmunes a las caídas. Esto significa que pueden caer desde un árbol y salir ilesos; un gato incluso podría sobrevivir a una caída de un avión. Pero no intentes arrojarlo de ninguna parte, probablemente eso termine lastimándolo.

Todos los gatos tienen una velocidad máxima de unos 96 km/h, nada cerca de la velocidad de 193 km/h que alcanzan animales más grandes. Para un gato, prácticamente no hay diferencia entre una caída de 15 metros y una caída de 1,500 metros, excepto porqué se mantendría durante alguno segundos más en el aire.

De hecho, una caída de cuatro pisos es estadísticamente más peligrosa para un gato que una caída de un piso 40. La probabilidad de lesiones después de siete pisos es mucho menos para los felinos porque la mayoría de los gatos alcanza su velocidad máxima a esa distancia, permitiéndoles prepararse adecuadamente para la caída.

Y, aunque se lastimen, pueden empezar a ronronear para curarse más rápido. Traducción y adaptación: Cracked

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