En ocasiones es común que tengamos la sensación de que, pese a todo el esfuerzo, no estamos alcanzando todo nuestro potencial – ¿alguna vez te ha pasado? A continuación te presentamos algunos motivos que, de una forma u otra, explican esa sensación de “es bueno, pero no tanto”. Échale un vistazo a estos tres puntos que quizá estén afectando tu vida.
1 – Poco conocimiento sobre ti mismo.
De la misma forma que las investigaciones antropológicas esclarecen algunos aspectos de la evolución, la psicología tiene un poder inigualable de diseccionar aquello que impulsa incluso las características más diminutas del comportamiento humano.
En este contexto, se sabe que aquella persona que no posee una noción de su vocación real generalmente tiende a considerarse mejor de lo que realmente es. Por otro lado, las personas con talento tienden a tener una mayor conciencia de sus limitaciones y, por eso, en ocasiones no poseen una dimensión exacta de sus habilidades.
Independientemente de cual sea tu situación respecto a esto, resulta esencial, en caso de que quieras mejorar algunos aspectos, que hagas una reflexión realista sobre tus talentos y, por su puesto, de tus dificultades reales. Uno de los mayores problemas en este sentido es el hecho de que no siempre recibimos una necesaria retroalimentación – de los jefes o profesores, por ejemplo – y, cuando esto llega a suceder, tendemos a no creer en todo lo que escuchamos.
La verdad es que las personas suelen escuchar solo lo que les interesa cuando reciben una retroalimentación, y aquellos quienes ya se consideran talentosos suelen dar prioridad a los elogios e ignorar las críticas – una forma perfecta para hacer el potencial a un lado.
El truco aquí es procurar tener una noción realista sobre tus habilidades. Si es necesario, elige algunas personas de confianza que puedan hablar honestamente contigo sobre tus virtudes y defectos – una visión legitima de ti mismo es fundamental.
2- Falta de motivación.
Quizá nunca lo hayas visto desde este ángulo, pero entre más bueno seas en algo, menos trabajo tienes que invertir para hacer ese algo de la mejor forma. Aun así, se requiere de mucho esfuerzo para desarrollar talento, y aquellos que se esfuerzan generalmente tienen motivación.
Supongamos que eres bueno para las matemáticas. Eso básicamente se traduce en que te gustan las clases de cálculo y te encanta descubrir nuevas fórmulas y encontrar soluciones a problemas intrigantes. La matemática te motiva a buscar el resultado y por eso disfrutas estudiar estos temas lo que al final te hace obtener una de las calificaciones más altas. El gusto por la matemática impulsa tu esfuerzo para estudiar los números, de forma que tu desempeño es el mejor.
Este ejemplo es algo simple, pero suficiente para entender que, a pesar de tu vocación en las ciencias exactas, tienes que estudiar y dedicarte para obtener resultados. El problema es que la mayoría de las personas no están dispuestas a hacer lo que tiene que ser hecho para alcanzar lo que tanto esperan – aquellos que realmente alcanzan el éxito lo hacen y se toman sus metas muy en serio.
3 – Estás enfocado en las cualidades equivocadas.
Si justo ahora tuvieras que pensar en una forma de describir tu personalidad, seguramente mencionarías algunas características, entre las que se incluyen las cualidades y los defectos. Hablando de personalidad, también podemos pensar en aquello que hacemos por hábito, sin que alguien tenga que solicitarnos que lo hagamos.
De lo que no siempre nos damos cuenta es que, cuando nuestra personalidad se relaciona con el contexto o con el ambiente correcto, tenemos mejoras visibles en cuestiones del comportamiento. Esto es como decir que nuestro talento es una expresión de nuestra personalidad en el lugar y momento indicado – el truco es enfocarte en las habilidades que realmente tienen que ver con tu personalidad, lo que es un ejercicio bastante intuitivo.
No queremos decir que siempre debes mantenerte enfocado en tus cualidades. Conocer tus defectos y entender cómo pueden frenar tu desarrollo es fundamental para alcanzar y mantener el éxito.
numero 4 facebook…estar todo el dia posteando cada p-e-n-d-e-j-a-da que haces como z-u-r-r-ar comer o dormir, quita tiempo
Esa madre es una enfermedad.
estar en facebook? o «z-u-r-r-ar comer o dormir»?
La otra es tener flojera.