15 consejos que podrían salvar tu vida

Sé que no los pediste, pero aquí tienes algunos consejos que podrían salvar tu vida. A menudo, las situaciones que ponen en riesgo nuestra vida resultan tan excepcionales que simplemente desconocemos la forma correcta de actuar. A eso hay que agregar el shock, los nervios y el pánico natural de un momento traumático. Y tienes la receta perfecta para el desastre.

La vida no incluye un manual de instrucciones, pero nunca está demás conocer estos 15 consejos que podrían salvar tu vida en el futuro.

Cuidado con lo que dejas en tu auto.

Jamás dejes objetos pesados, como herramienta, en el asiento trasero o cajuela del automóvil. Si tienes la suerte de sobrevivir a un impacto a alta velocidad, estos objetos pueden terminar matándote.

Los resortes de la muerte.

Nunca intentes arreglar por tu cuenta los resortes de torsión en las cortinas o portones de tu casa. Esas cosas pueden matarte si no sabes cómo funcionan. Lo mismo sucede con los resortes de los amortiguadores en tu automóvil.

Consejos que podrían salvar tu vida: sudor en el desierto.

Si llegas a perderte en el desierto, cuida tu sudor tanto como el agua. Es importante que raciones la ingesta de agua, pero morirás mucho más rápido si no vigilas tu ritmo de deshidratación y nivel de sobrecalentamiento. Evita caminar demasiado rápido o escalar obstáculos en el calor del día. Es tan irónico como aterrador, pero algunas de las personas que son encontradas muertas en el desierto todavía tienen agua.

No te avergüences.

Si empiezas a atragantarte, deja la vergüenza de lado y no vayas al baño o intentes alejarte de las personas. Algunos entran en pánico y su primera reacción es alejarse de las personas. Usa la señal universal de atragantamiento poniendo tus dos manos en el cuello y la mayoría entenderá lo que sucede.

Consigue agua de un árbol.

Si cubres con una bolsa de plástico la rama con hojas de un sauce, eventualmente el agua se condensará y tendrás agua potable para hidratarte.

Cuídate de la rabia.

Cuando te muerda un animal salvaje, debes vacunarte contra la rabia lo antes posible. Pues una vez que la enfermedad se afianza en tu organismo, es incurable y letal. Además, es una forma horrible de irse de este mundo.

Precaución al trabajar bajo un auto.

Jamás trabajes bajo un automóvil con un simple gato hidráulico. Siempre respalda el automóvil con soportes o un elevador. Si es una emergencia en la que no tienes estos elementos, como cuando se poncha una llanta en carretera, mete la llanta de refacción bajo el automóvil para tener un soporte extra de seguridad.

Un gato hidráulico puede presentar una falla en una fracción de segundo, y lo próximo de lo que te enteras es que todo el peso del auto está sobre tu cuerpo.

Cómo ser un salvavidas.

Si alguna vez tienes la necesidad de rescatar a una persona que se está ahogando, tírale algo para que se sujete al costado de tu embarcación. Alcanza, lanza, remolca, rema y sal. Nadar para ir por alguien que se está ahogando debe ser un último recurso, pues el último lugar donde quieres estar es en el agua. Siempre acércate por la espalda.

NUNCA lo hagas de frente. Cuando se están ahogando, las personas tienen el instinto de trepar lo que sea. Si llegas por el frente, intentarán hundirte para salir a flote. Y no se trata de un acto racional, es puro instinto de supervivencia.

Consejos que podrían salvar tu vida: no te bajes si chocas con un poste.

Si llegas a chocar contra un poste eléctrico, no salgas del auto y llama inmediatamente al 911 o protección civil de tu localidad. Podrías haber derribado un cable eléctrico que sigue energizado. En ese momento, debes asumir que todo el exterior de tu automóvil está electrificado. Solo sal de ahí si te encuentras en peligro inmediato, como un incendio.

Cuando salgas, asegúrate que ambos pies toquen el suelo simultáneamente y avanza con pasos pequeños mientras arrastras los pies. En todo momento asegúrate de que ambos pies están tocando el suelo. El vehículo pudiera estar en contacto con el cable vivo caído, y si estás tocando la carrocería cuando pongas los pies en el suelo, cierras el circuito.

Toda esa electricidad viajará por tu cuerpo y luego hacia tierra. Al arrastrar los pies te mantienes aterrizado. Ten en cuenta la electricidad puede arrojar una corriente a varios pies de la fuente.

¿Un repentino olor a pescado?

Si tu casa empieza a oler a pescado sin motivo aparente, es prácticamente seguro que un cortocircuito provocó un incendio.

Jamás apagues el aceite con agua.

Si tu sartén está en llamas, coloca una tapa y retírala del fuego con cuidado. Por ningún motivo arrojes líquido sobre el fuego y no retires la tapa en al menos cinco minutos. Jamás echar agua al aceite prendido debería ser un conocimiento común, pero no es así.

Deja todo en su sitio.

Si te apuñalan, deja el objeto con que te atacaron justo donde está. Aunque sea horrible y te asuste, nunca intentes quitarlo pues tus probabilidades de sobrevivir serán mucho menores si lo haces. Una vez en el quirófano, los médicos extraerán ese objeto en un entorno propicio para tratarte en caso de una complicación.

Un poco más de tiempo.

Si intentan asfixiarte con una almohada presionándola contra tu cara, intenta girar la cabeza hacia un costado. Así tendrás una pequeña bolsa de aire para respirar. Probablemente el asesino no renuncie a su objetivo, pero al menos sobrevivirás un poco más.

Consejos que podrían salvar tu vida: un rayo te acecha.

Si afuera está nublado y repentinamente sientes que la estática recorre tu cuerpo y te eriza los pelos: peligro. Tírate al suelo inmediatamente pues un rayo está a punto de caer cerca de ti. Primero salta para romper cualquier conexión que tengas con la superficie y luego ponte en cuclillas tocando el suelo solo con la punta de los pies, los talones juntos y bajando lo más que puedas.

A continuación, cúbrete los oídos. En ese momento, lo mejor es tener el menor contacto posible con el suelo, y si lo tocas con los talones puedes convertirte el camino más corto para la electricidad. Como es probable que te golpeé directamente, esto puede minimizar el daño en tu cuerpo.

Luchar contra corriente.

Si estando en la playa te atrapa una corriente, no intentes nadar directo hacia la orilla. En lugar de eso, nada lentamente paralelo a la playa hasta que sientas que el empuje de la corriente disminuye. Ese es el momento indicado de invertir toda tu energía y nadar hacia la orilla.