Hay cosas que Hollywood jamás se atrevería a mostrar, pero las discusiones y peleas entre actores y directores son algo común en el medio. Las situaciones que promueven estos conflictos casi siempre son las mismas: acoso, falta de respeto, disputa de egos e incluso amenazas. Uno de los casos más increíbles fue el de Shelley Duvall, actriz que durante las filmaciones de El resplandor tuvo que grabar la misma escena 127 veces por órdenes de Stanley Kubrick. A continuación, te presentamos algunas de las grandes broncas que se han gestado en los sets de filmación.
1 – Adrian Lyne vs Kim Basinger.
Adrian Lyne es un director de cine británico que no sólo gusta explorar la sexualidad en sus producciones, sino también el estrés. En la película Nueve semanas y media (1986), eligió a la actriz Kim Basinger para el protagónico, pero a cambio de un gran sufrimiento. Para provocar un colapso mental en su personaje, Lyne aisló a la mujer del resto del elenco y divulgó una serie de mentiras entre toda la producción. De hecho, Mickey Rourke fue entrenado para evitarla en escena.
2 – Kevin Smith vs Bruce Willis.
La comedia Dos inútiles en patrulla (2010) no era nada cómica tras bambalinas, esto según lo declarado por el director Kevin Smith en su libro Tough Shit, donde culpó al célebre actor Bruce Willis. Ambos habían coincidido en Duro de matar 4.0 (2007), donde Willis es el protagonista y Smith hace una pequeña colaboración.
Desde entonces ya había roces entre ambos pero en la segunda ocasión que coincidieron, el comportamiento de Willis terminó hartando al cineasta, al punto que lo llamó “infeliz, improductivo y prejuicioso”.
3 – Val Kilmer vs Joel Schumacher.
Val Kilmer tiene la fama de ser una persona sumamente arrogante, pero tuvo que aflojar un poco el hilo con el director Joel Schumacher. Durante la filmación de Batman eternamente (1995), el actor fue atrapado humillando a uno de los asistentes en el set y recibió una advertencia pública del director. Tras el incidente, Kilmer ignoró a Schumacher durante un par de semanas lo que, según el director, fue una auténtica “bendición”.
4 – David O. Russell vs George Clooney.
“David O. Russell es uno de los directores que más cólera producen al trabajar”, escribió George Clooney en una carta enviada a su propio atormentador, quien lo dirigió en la película Tres Reyes (1999). Tras bastidores, el galán experimentaba constantemente momentos de tensión al observar la forma en que Russell trataba a su equipo. La constante en los sets de filmación involucraba gritos, acosos y humillaciones.
Al final de las grabaciones las cosas terminaron saliéndose de control al punto de llegar a los golpes. Clooney no se contuvo al atestiguar la forma en que un asistente de producción era expulsado por el cineasta y se involucró en la discusión. A cambio recibió una serie de insultos y cabezazos.
5 – Björk vs Lars von Trier.
En el mundo de los directores de cine, el nombre de Lars von Trier es sinónimo de “terrible”, y no es por casualidad. La colaboración que hizo con la cantante Björk, en la película Bailarina en la oscuridad (2000), sacó a flote lo peor de este sujeto.
En una publicación de su sitio web, Björk escribió: “lo que más me impresionó durante las filmaciones fue la crueldad con que Lars trata a las mujeres que le colaboran en el trabajo”. No se entendían, desechaban constantemente el trabajo uno del otro y al final ni siquiera podían verse.
6 – Stanley Kubrick vs Shelley Duvall y Scatman Crothers.
Stanley Kubrick se hizo conocido como un director perfeccionista con mano dura. Como ejemplo tenemos los casos de Shelley Duvall y Scatman Crothers, que trabajaron bajo la dirección de Kubrick en la película El resplandor (1980). Ambos actores casi enloquecen durante las filmaciones. Debido a una espontaneidad natural, Duvall solía improvisar en las escenas, una actitud que terminó desagradando bastante al director.
Kubrick y Duvall llegaron a protagonizar auténticas batallas por las escenas, pero la que siempre salía mal parada era Duvall, sobre todo en una ocasión que tuvo que repetir la misma escena 127 veces. El insomnio y estrés que le provocaba esta situación terminó haciendo que se le cayera el pelo. Crothers simplemente se echó a llorar aquella ocasión en que tuvo que filmar 85 veces la misma secuencia.
7 – David Fincher y Jake Gyllenhaal.
El actor Jake Gyllenhaal terminó completamente harto del director David Fincher en la película Zodiaco (2007), pues las peleas eran constantes debido a que Fincher eliminaba todas sus escenas grabadas y, a continuación, pretendía que las volviera a desarrollar. Durante una entrevista, David Fincher se defendió argumentando que era muy exigente con su trabajo, pero olvidó mencionar la parte en que, según Gyllenhaal, daba la orden a los camarógrafos de eliminar las últimas diez tomas, todo esto con el actor presente.
8 – Michael Bay y Megan Fox.
Durante una entrevista para la prensa británica, un reportero preguntó a Megan Fox los aspectos positivos de haber trabajado con el director Michael Bay en la película Transformers (2007), a lo que ella respondió: “en los sets quiere ser como Hitler, y así se comporta. Es una pesadilla trabajar junto a él, pero cuando se aleja del set y no está en modo director, realmente me agrada su forma de ser. Es tan torpe. No tiene habilidades sociales y me resulta interesante observarlo. Es vulnerable y frágil en la vida real pero, de un momento a otro, se convierte en un tirano en el set”.
9 – Tippi Hedren vs Alfred Hitchcock.
Hitchcock solía decir que “todos los actores debían ser tratados como ganado”, y parece que se tomaba el lema bastante en serio pues la actriz Tippi Hedren, que protagonizó la película Los pájaros (1963), llegó a acusarlo de acoso sexual. Además, al maestro del suspense no le caían nada bien las actrices novatas, y habría “bautizado” a Hedren obligándola a filmar cinco veces el final del thriller bajo un ataque real con cuervos salvajes.
10 – Roman Polanski y Otto Preminger vs Faye Dunaway.
Faye Dunaway es una actriz indomable que no suele doblar las manos frente a sus directores. Cuando trabajó bajo la dirección de Otto Preminger en la película Lo que trae el mañana (1967), tuvieron una pelea tan fuerte y larga que realizó una solicitud judicial para que se cancelara un contrato que tenían donde la obligaba a filmar seis películas más.
Mientras que en los sets de la película Barrio chino (1974), según la leyenda, Roman Polanski le prohibió usar el baño mientras filmaba por lo que, al terminar las escenas, arrojó un vaso lleno de orina al director.
Muy interesante, agrego el rodaje de «Fitzcarraldo» una infernal experiencia para los involucrados..