El USS Hornet fue un buque insignia de la Marina de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial y fue uno de los barcos con más altas condecoraciones en ese período de tiempo. Fue también una parte pináculo de la guerra de Vietnam y tuvo el honor de recuperar a los astronautas que regresaban de la luna en el Apolo 11 y 12 en misiones espaciales.
El Panteón de Belén es un cementerio antiguo localizado en la ciudad de Guadalajara, México, Dicho cementerio fue anteriormente una huerta del hospital civil, pero fue convertido en panteón en 1848. Fue proyectada por el arquitecto Manuel Gómez Ibarra a solicitud del Obispo don Diego de Aranda y Carpinteiro. Su funcionamiento duró poco menos de 50 años, pues fue cerrado el 1 de noviembre de 1896. La decisión fue tomada por el Consejo Superior de Salubridad de esa época.
El concepto de una vida futura ha atormentado a casi todos los seres humanos de las civilizaciones y las culturas de las que ha formado parte. Somos lo suficientemente inteligentes para preguntarnos qué ocurre después de la vida, y existen muchas explicaciones pero no todo se trata de subir y regresar al mundo terrenal. La mayoría de las religiones en la Tierra tienen algún tipo de monopolio sobre la idea del más allá y tratan de decirle a los seguidores lo que ocurre después de la muerte y cómo asegurar que esta segunda vida sea buena y feliz.
Una interesante imagen que muestra las probabilidades de morir por un enorme numero de causas, imagino que los promedios fueron calculados en base a un muestro de personas residentes en EE. UU. pero aun así los números no dejan de ser sorprendentes.
¿Pensaste alguna vez que el holocausto fue horrible?. Quizás cambies un poco de opinión cuando sepas sobre la prisión de Gulag que hasta el día de hoy es considerada como una de las peores cárceles del régimen soviético. El complejo de edificios y la evidencia del terror que ahí se vivía aun se puede encontrar en el bosque de Taga, en la Siberia rusa.
Este raro acontecimiento su cedió un día domingo 7 de marzo del año de gracia de nuestro Señor de 1649. Los habitantes de la ciudad de México vivieron ese día algo verdaderamente raro en toda la historia de la ciudad. La sorpresa se dio entre la gente que caminaba por la calle donde se encontraba ubicado el Palacio del Arzobispado. Presenciaron un acontecimiento que si bien es cierto era común para la época, también es cierto que no era común por las circunstancias ni por el día en que acontecía.
