EN CASO DE DESASTRE NUCLEAR

Con cada día que pasa se hace más evidente que esta guerra no terminará de forma pacífica. En todo el territorio mexicano, los ciudadanos han recibido una carta del gobierno. Se trata de un panfleto, un documento con una serie de instrucciones e imágenes a manera de guía.

“EN CASO DE DESASTRE NUCLEAR.

Es innegable la amenaza que representa el Bloque del Este para el territorio nacional. Para salvarte a ti y a tu familia, es imprescindible que pongas manos a la obra desde ahora.

Construye un refugio antinuclear:

Debes cavar un pozo en tu jardín, un hoyo cuyas dimensiones deben ser, como mínimo, 2.5 x 1.2 x 1.8 metros. Ver las imágenes.

Si no posees un jardín, ubica un lugar adecuado en algún otro sitio; incluso si el terreno pertenece a otra persona. Se ha modificado la Constitución para permitir que cada individuo pueda construir un refugio.

En caso de una contingencia nuclear, debe llevar a su familia al pozo y cubrirlo con una puerta. Asegúrese de que la puerta tenga pesas fijadas. Ver imágenes.

Si llega a escuchar una detonación, espere aproximadamente un par de horas antes de salir del refugio. Así se asegurará de que no hay más bombas en camino.

Buena suerte”.

En días posteriores, los ciudadanos se dedicaron a construir sus refugios siguiendo al pie de la letra estás instrucciones.

La escena fue muy extraña. Todo el Bosque de Chapultepec, en Ciudad de México, fue invadido por personas que construían sus refugios improvisados. Cuando pasabas por zonas rurales se distinguía uno por cada vivienda.

Y cuando la alarma sonó, las personas no dudaron en meterse a los refugios. Aquellos que no construyeron uno propio, se metieron a la fuerza en los refugios de otros.

En retrospectiva, es imposible saber la cantidad de personas que creyeron estar a salvo en estos refugios. Y cuando se dieron cuenta de que los habían guiado para cavar sus propias tumbas, probablemente era demasiado tarde.

Las guerras son costosas y cada peso puede llevar a la victoria.